El té

Ya puestos, voy a seguir con el té-ma, je, je.

El té, aunque hay muchas variedades, son siempre las hojas de Camellia Sinensis, las cuales contienen teína. La diferencia para mí entre la cafeína y la teína, es: que la primera te despierta pero te pone nervi, yo la relaciono con el estrés (como el ginseng); la segunda, te mantiene despierto, pero con la capacidad de concentrarte. Por intentar definirlo mejor: la diferencia entre la locomotora y la lucidez. ¿Me seguís? Bueno, esta es mi definición, que he tenido la gracia de compartir con ustedes, los científicos que les cuenten lo que quieran.

Lo que fundamentalmente diferencia un té de otro, es el proceso. Hay dos tipos básicos: sin fermentar y fermentado.

-El TÉ VERDE es té sin fermentar. Detienen el proceso natural de fermentación con calor seco o con vapor de agua. Lo dejan secar y ya está hecho. En China, las provincias que se llevan la palma en producción de té verde son: Anhui, Zhejiang y Jiangxi. Las virtudes del té verde -dice la leyenda- son innumerables, pero la más famosa es ser antioxidante.

Como norma general, cuanto peor es la calidad de las hojas de té, más alta debe ser la temperatura del agua. Para el té verde se estiman entre 80-85ºC. Pero, a ver, ¿quién está ahí con el termómetro en la mano? Yo no. Por eso, en las tiendas, de cualquier birria de té sacan el mejor partido, y así lo compras.

El té, por si alguien no lo sabe: se lava; para quitarle el polvo y lo que pueda tener. Además, con el primer agua se forma una espuma no grata. O sea, se pone bastante té en la tetera, se echa el agua, se deja unos segundos y se tira. En la ceremonia del té dicen: "Esto para Buda". Bonita manera tienen los chinos de intentar ganarse los favores de Dios con lo que los humanos no quieren. Después se vuelve a llenar de agua la tetera, se deja reposar, dependiendo del té, de medio minuto a dos minutos (más o menos), se sirve. Por eso, los vasitos de té son tan pequeños, porque se sirve muy caliente, así se enfría antes, se echa un trago, y enseguida otra ronda, para que no se ponga muy fuerte.  Con el té verde, cada tetera tendrá menos sabor, y las dos primeras serán las mejores, a diferencia del té rojo.

 El té verde tiene un color verde amarillento (arriba).
 El oolong es de color pis (abajo).

-El OOLONG es un té secado bajo un sol de justicia, al que luego, se le aplica un proceso de oxidación; y finalmente, se retuercen las hojas dándole su aspecto característico. El oolong más famoso es de Fujian. El agua para preparar el oolong debe estar entre los 90 y los 100ºC, y la tetera, calentada previamente -dicen los expertos, jamás me tomo la molestia. Las propiedades del oolong son las del té en general: que si anti-infartos, anti-cancerígeno, reductor de grasa… y en particular: bueno para los huesos y para los dientes. El color del oolong es color pis, para entendernos. Dependiendo del proceso, puede ser un amarillo-amarillo, o un amarillo-rojizo.

El té puerh, generalmente, es de color rojo-tierra (arriba).

-El PUERH o TÉ ROJO es el más complejo de todos, el supuestamente más saludable y el que menos engatusa el paladar. Aunque, los expertos aseguran que el té rojo: es el tema. El puerh, de la provincia de Yunnan, es un té al que se le aplica una post-fermentación. Eso significa que las hojas se secan y enrollan, y después, se someten a un proceso de fermentación microbiana. Se presenta en hojas sueltas (foto de arriba) o en formas comprimidas: como disco, ladrillo o porciones individuales (abajo). Una vez compré algo como lo de la foto, y en la aduana en España me abrieron la maleta  y me hicieron un revoltillo horroroso de ropa y suvenires –con lo bien organizada que la llevaba- pensando que llevaba drogas. Ni me pidieron perdón.

El puerh se diferencia entre maduro (shou) y crudo (sheng). El maduro se ha sometido a un proceso acelerado de post-fermentación, y el crudo se ha ido oscureciendo a su ritmo. Parte de estos shou o sheng, los guardan para maduración, como el queso o el vino. Y aquí es, donde te dan el mega sablazo en la tienda por un té que sabe a terruño, algo que recuerda un poco el sabor de la tierra húmeda que el Conde Drácula transportó en su ataúd de Transilvania al Oeste en barco.  Sin ir más lejos, conozco a un chino americano que dos veces al año coge un vuelo de EEUU a Shanghái para gastarse 3000 dólares en té cada vez. Si lo hubiera probado más veces, igual me gustaba más, pero mejor que no me aficione.

 

La lista de propiedades medicinales que tiene el puerh es extensísima, pero para que no se lien, nos quedaremos con que disuelve la grasa que se acumula en los vasos sanguíneos. El puerh corriente necesita agua entorno a los 95ºC y el de más pedigrí entre 85 y 89ºC. Las primeras infusiones duran segundos y luego, hasta dos minutos. Y contrariamente al té verde, la cuarta y la quinta infusión, son mejores que las primeras.

Y si han llegado a leer hasta aquí, tienen su mérito.