Otro alumno, es simpático y gracioso, pero es de estos que
cuando habla no hila –como yo-, y habla todo el rato, y nunca puede acabar los
ejercicios. Pues a este niño, a este chico -13- su padre lo despierta por las
noches, lo saca de la cama para beber con él. Y su padre le llena el vaso de
vino y le dice: “¡Pero hijo, si no bebes nada!”.
Tenía un alumno malote, de esos que parece que pasan de todo,
que el arte no les interesa y de vez en cuando hacen algún comentario poco
agraciado. Y el otro día me dice muy serio, intentando contener una emoción que
se desbordaba: “Tus dibujos… ¡son más reales que la propia realidad!”. ¡Toma
piropo! Este ya tiene el veneno del grafito en la sangre, je, je.
Para contrarrestar, otro niño, que está en la clase de los
que no hablan inglés -que es algo así, como la Torre de Babel- me llamó “estúpida”.
Qué triste. De las dos docenas de palabras que sabrá en inglés, decidió usar
esa para referirse a mí. Lo llevé a la directora, e imagino que llamaron a sus
padres. Desde entonces, ha estado en
clase que no se atrevía ni a respirar, menudo rapapolvo que le habrá caído en
casa. Y me parece muy bien, si perdemos las formas, ¿qué queda?
Habrán oído hablar de las desigualdades en China. Están en
todas partes. Por ejemplo, en mi cole, los sueldos se basan en lo cotizado que
esté tu pasaporte. Por este orden, cobran de menos a más: los chinos, los
filipinos, los rusos, los europeos y canadienses, y en la cima, los americanos.
Entonces, un ruso con años de experiencia y responsabilidades cobra casi la
mitad que un americano que acabe de estudiar, sin certificado de profesor, ni
máster, ni nada de eso. De todos modos, salgo mejor parada que en mi anterior
trabajo, en el que los sueldos se basaban en la riqueza del país de que cada
uno venía. Por lo tanto, un británico cobraba muchísimo más que un español. Lo
cual, a su manera, también tenía sentido, porque como seas londinense y al
volver a casa conviertas yuanes en libras, muy pocos trabajos en China
compensan lo suficiente.
El lunes tuve un cumpleaños, de un amigo del primer trabajo. Vinieron dos ex-alumnas nuestras, hacía casi cinco años que no las veía. Una le hizo un regalo de casi tres cientos euros. Así, sin más, para marcar posiciones, porque China es así. La otra está trabajando en moda. La diferencia entre España y China, es, que en España si estudias moda, lo normal es que no vayas a trabajar en moda –cobrando, me refiero-; y en China sí. Pero en China, vas a trabajar hasta morir, porque si tú no quieres, otro chino sí que quiere. Por ejemplo, ella trabaja para dos famosas marcas y su horario –el que pone en el contrato- es de 9 de la mañana a 9 de la noche. Sí señores, una jornada de 12 horas diarias en la capital económica de China, como en plena Revolución Industrial. Pero siempre tiene que hacer horas extras –las horas extras son obligatorias y no remuneradas en este lindo país- y se suele ir a casa a las 11 o las 12 de la noche. Dice que todos estos trabajos son así.
El lunes tuve un cumpleaños, de un amigo del primer trabajo. Vinieron dos ex-alumnas nuestras, hacía casi cinco años que no las veía. Una le hizo un regalo de casi tres cientos euros. Así, sin más, para marcar posiciones, porque China es así. La otra está trabajando en moda. La diferencia entre España y China, es, que en España si estudias moda, lo normal es que no vayas a trabajar en moda –cobrando, me refiero-; y en China sí. Pero en China, vas a trabajar hasta morir, porque si tú no quieres, otro chino sí que quiere. Por ejemplo, ella trabaja para dos famosas marcas y su horario –el que pone en el contrato- es de 9 de la mañana a 9 de la noche. Sí señores, una jornada de 12 horas diarias en la capital económica de China, como en plena Revolución Industrial. Pero siempre tiene que hacer horas extras –las horas extras son obligatorias y no remuneradas en este lindo país- y se suele ir a casa a las 11 o las 12 de la noche. Dice que todos estos trabajos son así.
Yo el primer año conocí a varios relaciones públicas de
supermarcas de moda. Generalmente, eran chinos gays muy chics. La fachada de su
vida era todo glamur. Pero la realidad, era bien distinta. Un trabajo que mucha gente quiere hacer está
muy mal pagado. No cobraban más que unas monedas, vivían con las ratas en
sitios muy lúgubres, sólo comían y bebían lo que era gratis (en las
inauguraciones). Y cada yuan que ganaban lo juntaban para comprarse un modelazo –que
la marca les rebajaba un 30-40%- con el que poder ir a trabajar.
Pero en China mucha gente –sobre todo amas de casa desocupadas- aceptarían
estos trabajos gustosos y sin cobrar, sólo por ver algo glamuroso, y sobre todo
por poder relacionarse con gente rica (para hacer Guanxi).
Si trabajas de operario en una fábrica sí cobras las horas extras.
ReplyDeleteSi estás en la oficina te fastidias (pero en mi oficina todos salen pitando cuando dan las 17.30).
¿Desde dónde están hechas las fotos?
Pues en el mundo de los videojuegos y en el de la moda, conozco a varios que no cobran las horas extras.
DeleteDesde el Marriott que está en Putuo.
no sé a qué le he dado que no se ha publicado el comentario. nada, yprh, que vaya panorama pinta en lo laboral. menos mal que marta da un poco de esperanza. ser profesor es muy bonito y admirable, hasta que uno atraviesa el espejo y se convierte en algo terrible. ser profesor es terrible.
ReplyDeletey sí, me pasé con lo de cara de bollo. es que la chica tuvo que ganar peso para hacer el papel en la serie, como la de bridget jones.
beber vino con tu hijo/niño es tan... feo.