Saturday, May 25, 2013

1927

1927 es una compañía de teatro británica. Ayer fuimos a ver The animals and children took to the streets al Liceo de Shanghái. Es una obra parcialmente musical, 3 actores, tres lienzos, y sobre estos lienzos proyectan dibujos animados con gráficos de estética de vanguardia rusa. La gracia del asunto es que la actuación está sincronizada con las proyecciones y cada imagen es casi una pintura viva.
Es sencillo, pero muy bonito y efectista. La historia es flojita, pero se pasa un buen rato (si los niños te dejan).

Friday, May 24, 2013

Viernes

(No he hecho fotos últimamente, así que pongo esta) A menudo las parejas en China se visten igual, como los niños gemelos.

Faltan 12 días para las vacaciones de verano. Hace un mes que no puedo pensar en otra cosa. Cuantas más vacaciones nos dan, más queremos. Ya me he comprado un vuelo a España y otro a Sicilia, ¡qué bien! Si antes me pasaba los veranos dando vueltas por el interior de China, ahora mismo paso completamente de las vacaciones chinas. Estoy harta de gastarme una pasta para pasarme horas en autobuses infernales, de que me empujen, de pelear con cien chinos por pillar un asiento, de pagar tickets de 60 yuanes por ver cosas que no tienen ningún interés cultural, y de que me den el timo básicamente. ¡Allá voy civilización!
Ayer, cuando llegué a casa no podía con el calcetín, como casi todos los viernes. Pero era el concierto de Bonny, tocaba el violín en el Requiem de Mozart. Tenía que ir, porque por una cosa u otra casi nunca voy a sus conciertos, además, se va dentro de unas semanas a Alemania, deja China para siempre, parece. Y me apetecía ir, pero un viernes no. Un viernes sólo quiero dormir. Antes hacía planes para los viernes pero el 90% de las veces los cancelaba una hora antes. Ahora ya no hago planes. Hice un acopio de voluntad mayúsculo, me metí a la ducha, me cambié de ropa, me puse hasta los tacones, pero no podía mantener el equilibrio y me los quité. Cuando estoy en el ascensor, leo una vez más el ticket, repasando dirección, asiento, hora… Y allí veo claramente escrito que el concierto es el viernes 31 y no el viernes 24. Pero qué loca estoy. Volví a coger el ascensor, y de ahí a la cama directamente. Dormí de un tirón de 6 de la tarde a 3 de la mañana. Me levanté para dar un voltio por la casa de 3 a 4 y media. Y oigan, de 4 y media a 9 de la mañana a dormir otra vez. Cómo se disfruta el sueño. Ala, ahora ya estoy lista para el fin de semana.

Saturday, May 18, 2013

Soy estudiosa


Gracias a Marta descubrí coursera. Una web en la que universidades de todo el mundo –principalmente americanas- ofrecen cursos online. Mi vida ha cambiado, ahora soy más feliz. Estos cursos son gratuitos y algunos son una maravilla. Hay otras páginas de universidades que ofrecen cursos, como Harvard o Yale, pero tienen muy pocos comparado con coursera.
Hace años pensaba que la gente que se iba a estudiar a Estados Unidos tenía el dinero por castigo (esto lo sigo pensando) y era una esnob. Ahora sé, que la educación en EEUU es mucho, muchísimo mejor que la educación en España. Ay, ay, cada vez que recuerdo algunas clases y algunos profesores de Bellas Artes, maemía, maemmmmía… qué fistros. Entre los más impresentables, había uno que nos llamaba a todas “ángel”. Años después me enteré de que le pegaba a su novia (una alumna). A media mañana te echaba el aliento a ginebra, te pasabas 3 meses pintando, y al final del semestre se te acercaba a ti, finalmente, a comunicarse contigo, tu profesor se dignaba a dirigirte la palabra… y he aquí lo que te decía: “Esto ¿por qué no lo pintas de verde en vez de azul?” o “¿Por qué no compras los pigmentos en la tienda X?”, y le preguntabas donde estaba esa tienda y te contestaba: “¡Cómo! (Enfado e indignación) ¿No la conoces? Está en Florencia”. Este tipo se merecía que lo colgaran del moll de la fusta y le dieran cincuenta azotes.
Ya he acabado mi curso de Lo Moderno y lo Postmoderno, y estoy encantada de la vida, lo he pasado pipa. Qué bien organizado está, qué bien seleccionados los contenidos, qué buen profesor y todo en general ¡una maravilla!
Con el entusiasmo me apunté a tropecientos más. Uno de mitología… del que me desapunté nada más empezar. Era un tipo pesadísimo, que hablaba y hablaba y hablaba, pero no decía casi nada. No pude soportarlo.
Me apunté a otro de retórica. Pero el primer ejercicio era escribir una redacción de un folio (demasiado breve: un folio es extensión de secundaria) explicando por qué quieres ser escritor. Esto corta el rollo. Imagínense ustedes, en medio de una pasión amorosa que la otra persona les diga: “Ahora, siéntate, toma papel y lápiz y escribe una redacción de un folio explicando por qué quieres acostarte conmigo”. Apuesto a que se levantarían indignados diciéndose a sí mismos: “¡Pero qué es esto! Me marcho”.
Ahora estoy haciendo otro de escritura en general. Sólo voy por la semana 2, demasiado temprano para emitir juicios. Pero parece ideado para gente que no ha acabado el colegio aún: lo que es un nombre, lo que es un pronombre… Aunque lo que más me mosquea es el punto de vista del curso de que ser un buen escritor es hacer frases complejas con muchos adjetivos, adverbios y verbos de acción que hagan una “prosa rica”. Esta idea de riqueza literaria no la comparto en absoluto pero le voy a dar una oportunidad porque quiero mejorar mi inglés.
El inglés es el idioma más fácil. Pero nunca se acaba. Así que, igual no es tan fácil. Este último año, parece que estoy despegando, al final, después de tantos años usándolo. Pero aún así, no lo hablo ni escribo tan bien como yo quisiera. En las reuniones del colegio prefiero no abrir la boca, o si tengo que decir algo, lo digo escuetamente para no meter la pata. A veces, mando mails o hablo con mis compañeros de trabajo y me miran boquiabiertos como si estuviera diciendo algo muy raro, o incomprensible, o incorrecto. ¡Pues no sé dónde está el error! ¡No lo sé! Y el Sr. X no me ayuda nada. Él es inglés, pero yo creo que necesita un curso de inglés. Le mando mails preguntando mis dudas y me responde: “¡No puedo lidiar con éstas preguntas a ésta hora de la mañana!” o “¡No puedo con tu Spanglish después de comer!”o “¡Yo no soy un diccionario de inglés!”. No me ayuda nada. Dice que está harto de que todo el mundo le pregunte cómo se dicen las cosas. Y un día se sinceró y me dijo: “La verdad es que no sé la respuesta a tus preguntas. Me estás creando un complejo. Hace tanto que no vivo en Inglaterra, y estoy tan acostumbrado a oír Chinglish, Spanglish… que ya no sé lo que es correcto y lo que no lo es en mi propio idioma”.

Wednesday, May 15, 2013

Casi, casi, París...


En China, como despedir a alguien es gratis -es tan fácil como decirle: “No vengas mañana”-, los trabajos son visto y no visto. En mi cole cambian tanto de profesores que siempre hay alguno que cuando me lo cruzo por los pasillos no tengo ni idea de cómo se llama ni qué enseña. Pero bueno, no se puede hablar de estas cosas en internet. Sólo contaros una pequeña anécdota para que os hagáis una idea de cómo las gastan:
El jefe financiero tiene prohibido que entren repartidores de comida en el cole por seguridad. Los profesores, los alumnos, todos hacen pedidos, pero hay que salir a la calle a por ellos. Uno de los jefes, digamos el tercero en la pirámide, le dice al guarda que deje pasar al de las pizzas con un gesto. El guarda, siguiendo las órdenes de arriba, no lo deja pasar. El otro, que es americano, insiste en tono amistoso: “Qué sí hombre, sí, que pase, que estoy yo aquí”. El guarda chino que no lo deja pasar. El americano se pone nervioso, le da una palmadita amistosa al chino en la espalda en plan: “Tranqui, tío, que sólo es un repartidor de pizzas”. El americano es un negro de más de dos metros y en China no se toca a la gente. El guarda es un chino esmirriado total. Le entra un pánico tremendo de que un negro le toque, y encima no un negro cualquiera, sino uno tan alto y tan fuerte. (En China hay racismo hacia la gente de color. Es un racismo basado en el miedo a la piel oscura). El guarda, aterrorizado llama al jefe financiero para decirle que el negro le ha atacado y se ha saltado la norma de no dejar entrar a extraños.
Solución: los han echado a los dos. A uno por no obedecer la norma, al otro por enclenque y cagueta. Hoy nos han anunciado que han contratado a unos guardas nuevos más fornidos.
Segunda historia: En un foro sobre el terremoto de Sichúan, un chino, ironizando, dice que no sabe por qué los terremotos tienen que suceder siempre en el oeste de China, con lo bien que vendría uno en Shanghái (Esto está de gente, que es demasiaó. Hasta E dice que hace falta una guerra civil que diezme a la población). Aquí toca el punto sensible de los más pro-China, que es el 98% de la población. Le empiezan a hacer ciberacoso . Los hackers chinos descifran su identidad, su nombre, su dirección, dónde trabaja. Empiezan a atacar en internet a la empresa donde este pobre infeliz trabaja. La empresa empieza a tener grandes pérdidas por este motivo. Solución: lo echan. Y ahora que es famoso, a ver quién le da trabajo.

Sunday, May 12, 2013

Otra vez es mi cumpleaños

Si parece que el anterior cumpleaños fue la semana pasada en vez de hace un año... Jopé, tengo un carro de años. Pero al menos estoy viva. He cogido un taxi, y en la calle Fuxing había un coche cruzado en medio, probablemente cambiando de sentido –en China se puede hacer cualquier cosa en la carretera. Mi taxista lo ha embestido a saco. No ha pasado nada, pero se le ha chafado la puerta y casi no la podía abrir. Y va y me dice: “Uy, no puedo llevarte. Mira, me ha destrozado el coche éste”. Cuando era obvio que lo habíamos embestido nosotros. Y se han quedado allí discutiendo, como hacen los chinos, durante mil horas sobre quién era el que iba a pagar a quién. Le he preguntado si estábamos muy lejos de la calle Baoqing. Y me ha dicho: “¡Qué va! ¡Si está aquí al lado!”. He empezado a caminar, y a caminar, y a caminar, y he llegado tarde a mi propio cumpleaños. Estaba a unas 7 manzanas (chinas) de distancia.
Para mi sorpresa, me han hecho muchos regalos los amiguitos. Pero el más chulo ha sido el de M: ¡Una entrada para el teatro! ¡Carambaina!
Después de comer yo quería un café, pero J – que tiene muchas dotes de mando, no en vano es manager- ha dicho que íbamos a Whisk, y como a todos parece haber entusiasmado la idea, hemos ido. Yo sabía que nada bueno podía pasar allí, es un sitio especializado en cosas de chocolate. Y así ha sido, me he tomado una copa de mousse de chocolate gigante, Dios mío, Dios mío, Dios mío, lo que me faltaba. Y no he dejado nada, porque a mí me enseñaron que no se deja nada en el plato.
Después hemos ido a la tienda de las películas, que aunque voy casi semanalmente, siempre hay algo que rascar. Aunque tanto, tanto rascar, me trago cada bodrio y cada somnífero fílmico que no me explico cómo hay gente que necesite pastillas para dormir cuando hay cine que hace las veces.
Luego, hemos ido a una terraza en un sitio muy tranquilo con jardín, se estaba muy bien. Y luego, he quedado con E para celebrar el cumpleaños otra vez, porque el Sr. X y E, si antes eran amigos, ahora se odian a muerte. Y el Sr. X no puede ni ver la dirección de E cuando envío un mail conjunto a varias personas, porque se le revuelve el estómago. Hemos cenado en un tailandés. Estaba todo muy rico, hasta que E ha dicho: “No encuentras un sabor extraño en este pez”. Esto no se puede decir en China, porque se te corta el rollo. Sobre todo si te lo dice un chino que su cuerpo ha generado un antídoto natural a los venenos chinos, y no son tiquismiquis como los extranjeros. Le he dicho: “Hombre, sabe a río, y los pescados de río chinos ya sabemos que no tienen buen sabor, pero así con los chiles, la lima… ¿no crees que da el pego?”. Entonces me ha dicho: “¿Sabes que en Estados Unidos está prohibido consumir pescado de río porque hace muchos, muchos años, cuando el país estaba en desarrollo como China, las fábricas vertían veneno a los ríos y los peces estaban contaminados?”. Y entonces, le he dicho que he leído que el 80% de los ríos en China están seriamente contaminados. Y al final, el pez se ha quedado en el plato con su rica salsa de chiles y zumo de lima.
Hemos ido al supermercado del templo de Jing An, que cierra de noche, a comprar caramelos para los niños, porque, siento un poco que son mis amigos. A ver, son mis alumnos, pero me caen mucho mejor que los profesores. Mañana lunes, ¡uf!


Friday, May 10, 2013

El tercer desfile

Hoy ha sido el tercer desfile del colegio. Ya se ha acabado, ¡qué bien! Esta semana ha sido un sin vivir. Ayer un alumno tenía la camisa a medio coser, casi me da un sin-co-pe-pe. No ha dormido, pero ha acabado la camisa. Pobrecitos, cuánto les hago trabajar. Qué listos y qué artistazos son estos niños.
Los alumnos de Fashion I, han hecho la "forma T":
Los alumnos de Fashion II han hecho una camisa.
Las pelucas de papel mache, de Ms art I y Asian Art.

Sunday, May 5, 2013

"Jiro dreams of sushi"

Es un documental de David Gelb, 2011, sobre el restaurante y la persona de Jiro Ono: el supuesto mejor chef de sushi del mundo. Su restaurante,  Sukiyabashi Jiro tiene 3 estrellas Michelín. 
Lo interesante del documental, no es el documental en sí, ni siquiera la cocina. Porque no te explican nada: que lo que hacen es muy sencillo, pero que son maestros en hacer las cosas más simples bien. Lo interesante del documental es cómo se trasluce la manera de pensar japonesa, la jerarquía familiar, la importancia del trabajo bien hecho.
 
¿Qué dice este señor? Trabajo, trabajo, trabajo.
Aquí el equipo: al frente Jiro Ono (85 años), detrás el hijo pequeño y el hijo mayor. Más atrás, los ayudantes de cocina.
Se nota cierta tensión familiar. El hijo mayor, que anda por los cincuenta y algo, es todavía aprendiz, al más puro estilo castigador japonés. El padre, que cualquier día se retira, ahora dice que puede que su hijo ya esté preparado para hacer sushi. (Sólo faltaba que no lo estuviera). Y aunque tienen un restaurante muy exitoso (hay que reservar con meses de antelación, y te saquean unos 300 euros por 20 bocados de sushi), parecen todos muy preocupados en el documental sobre el futuro de su restaurante y de sus vidas. Dice el padre: ay, ay, no es suficiente que mi hijo haga el sushi tan bien como yo, al ser el siguiente eslabón en la cadena, me tiene que superar, tiene que innovar más allá de mi trabajo, si no, se irá todo al garete. El hijo pequeño, vio hace muchos años que allí no le iban a dejar meter baza nunca, y abrió su propio restaurante. Algunos clientes, dicen que incluso lo prefieren, porque el sushi está igual de rico, es más barato, y no tienen al abuelo mirándoles fijamente a los ojos mientras saborean un bocado (lo cual, a todos intimida, aseguran).
Sí, tensión, se masca la tensión. Se nota que a los ayudantes de cocina les cae cada bronca que pa qué. El hijo llora cuando, después de años tirándolo a la basura, al final su padre aprueba cómo le sale el sushi de tortilla (dicen que es el más difícil). Su padre, no lo dice así, pero lo que quiere decir, o yo comprendo, es: “Sí, lo sé, soy un cabrón. Pero esto es así”.

El restaurante es muy pequeño y está bajo tierra, ¡en el metro! ¡Qué mal gusto! El documental dice que está limpio-limpísimo. Creo que esto es una idea de la belleza en Japón. No me acuerdo dónde leí que el significado literal de la palabra bonito o bello en japonés, quería decir limpio. Esto es muy distinto en China, ja, ja.
Unos extractos del documental:
http://www.youtube.com/watch?v=6-azQ3ksPA0 
http://www.youtube.com/watch?v=-MyYxs0CyxQ 
Jöel Robuchon, el mismo chef que recomendó a Miterrand a Danièle Mazet-Delpeuch, dice que es uno de sus restaurantes favoritos en el mundo. ¿Alguien quiere venir conmigo?