Thursday, April 30, 2015

Provincia de Zhejiang: Meijiawu I


La temporada de recolecta de las hojas de té va de principios de Marzo a finales de Abril. En China hay varias provincias y varios tipos de té famosos. Pero quizá el más famoso, el más rico, es el té verde Longjing de la provincia de Zhejiang. Las plantaciones están en los alrededores de Hangzhou, muy cerca de Shanghái. Así que fuimos un fin de semana de excursión a ver cómo recogían las hojas.
El viernes por la tarde, nada más salir de trabajar, I y yo fuimos a la estación de tren. Ya sabemos que conseguir un billete de tren en China es muy difícil. Pero como era un tren de cercanías -cada 20 o 30 minutos sale uno-, no pensamos que fuera un problema. Pues bien, llegamos a las cinco de la tarde a la estación y nos dicen que está todo vendido hasta el tren de las 9.30 de la noche. Y todos los asientos de los muchos trenes que hay el domingo para regresar a Shanghái están vendidos. Pero podemos comprar un billete de ir de pie por el mismo precio. Qué bajón por Dios. Vamos a cenar, vamos a mi casa. Le corto el flequillo. Me lavo y me plancho el pelo, que no me había dado tiempo. Vamos a la estación de nuevo. ¡Me he olvidado el neceser en casa! ¡Nooooooooo! Porque, díganme, ¿a dónde va una dama sin su neceser de aseo personal? Decidimos subir al tren y a la porra el neceser.
Llegamos a Hangzhou. Hay una cola para coger taxis que se extiende hasta el infinito y llega un taxi cada diez minutos. Los taxistas ilegales van buscando pasajeros. No tienen licencia y te llevan por más dinero. Regateamos el precio con uno y finalmente nos vamos.
Meijiawu es uno de los pueblos que viven del té en la zona. Es menos turístico que Longjing y está muy cerca de Hangzhou. Vamos por una carretera oscura  buscando nuestro hostal, pero el conductor no lo encuentra. Llamamos por teléfono, pero no coge nadie. Probablemente estén  durmiendo.
El conductor está acabando con su paciencia y parece determinado a dejarnos en cualquier cuneta. Finalmente, consigue encontrar el lugar cuando contestan al teléfono y le dan una pista sobre cómo llegar. Quiere más dinero por el esfuerzo. China es así.
M y C no venían hasta el día siguiente, pero a I y a mí nos pareció tan bonito el lugar que pensamos que sería guay el sábado despertar en medio de la naturaleza, sin el estrés del madrugón ni los empujones en la estación. “La casa de la tía Song”, ese era nuestro hostal. En una de las fotos se veía la casa en medio del lago, con una terraza. Ahí me había imaginado yo con un vaso de té y mi cuaderno.
La realidad fue bastante distinta. De hecho, en China, sólo sabes cómo va a ser un lugar hasta que vas. Nada de lo que el hostal diga tiene que corresponderse con la realidad. Puedes ver unas fotos muy cucas, y llegar al mismo Infierno. Lo único que realmente te da una pista de lo que te vas a encontrar, es la opinión de otros viajeros. Eso es lo único fiable.
Llegamos a media noche. La tía Song estaba durmiendo en el sofá. Nos lleva a nuestra habitación. Parece que no hay lago. La foto en internet puede ser perfectamente de un lago que esté a 100 km de allí. La habitación era la típica habitación guarri china, pero un pelín más guarri de lo habitual. Cabezal de cama descolorido con manchurrones, la cama medio deshecha-malhecha, con sábanas sin planchar, una capa de polvo contundente sobre el televisor… Da igual, hemos venido a ver campos de té y tenemos mucho sueño. Entro al baño y comienza a despertar mi furia. El wc está lleno de gotitas de pis, el suelo está sucio, el lavabo está sucio, aún está ahí la basura de los anteriores clientes. La guarra de la tía Song se ha ido a dormir. La llamo a gritos por la escalera. Parece que no hay nadie en su caserón lleno de habitaciones. Sube a desgana. Le digo lo guarra que es. Y que traiga papel higiénico, o que nos lo venda. Vuelve sin papel higiénico, no tiene. Tiene un hostal, pero no dispone de papel higiénico. Quiero comprar una botella de agua. No tiene agua. Nos sube un termo de agua hirviendo que sabe a cloaca. Se pone a limpiar el baño con la ducha, como quien riega las plantas. Le digo que hace falta jabón. Vuelve con pato wc y limpia con eso todo el baño. Está de una mala leche… Me dice I: “Ya verás. Mañana nos va a escupir en el desayuno por hacerle ponerse a limpiar a media noche”. Es cierto, tendremos que irnos a otro sitio a desayunar.
Le digo que me voy a duchar, y me dice la tía: “¿Ahora? ¿Para qué te vas a duchar ahora?”. ¡Pero bueno! Todavía me va a decir lo que tengo que hacer. Si le parece duermo de pie y así no tiene que hacer la cama mañana. Me dice: “Ahora no hay agua caliente. Mañana, mañana será otro día”. Me ducho con agua fría.
La cama, ostras la cama. Ese colchón, no es colchón, es cemento.
Al día siguiente. Me despierto. Tengo mucha sed. Sólo hay agua que sabe a cloaca. Ya decidimos anoche que no era apta para el consumo humano. Voy a la ducha. Están las bolsitas de gel de baño usadas de los anteriores clientes. Abro el grifo de la ducha. Por un lado sale agua fría. Por el otro sale un hilito de agua, como si estuviera cerrada. Espero un buen rato. Sólo sale agua fría. Me asomo a la ventana. Está abajo de cháchara con otros chinos. Le digo a grito pelao: “No hay agua caliente”. Vale, que hablo muy mal chino, quizá no me ha entendido. A decir verdad no hablo chino, pero más o menos me comunico. No hace ni amago de subir a ver lo que pasa. Le voy a sacar los ojos a la tía Song. Mi ira va en crescendo. Estoy en pelotas y no voy a bajar tres pisos para decirle que no hay agua caliente y que me diga que mañana será otro día. Me doy otra duchita de agua fría. Qué mala sangre hago. Salgo mojada a la terraza con una mini toallita. Esta vez le digo: “¡No hay agua caliente hija de perrrraaa!” y le tiro una banqueta por la ventana. La banqueta de plástico al hacer impacto con el suelo se hace pedazos y todos me miran con los ojos como platos. Se me ha abierto la toallita del esfuerzo físico y creo que me han visto una teta.
I se ha despertado. Tiene cara de rayos y truenos. Me disculpo por mi mala actitud tan de mañana. Sube la tía Song hecha un basilisco con un chino que habla inglés. Dice que nos vayamos inmediatamente que van a llamar a la policía. I está en pijama. ¿Pregunta si se puede duchar y vestir o hay que salir a la calle en pijama? Si sus ojos mataran, yo ya estaba muerta. Dicen que sí hay agua caliente. Después de abrir el grifo durante mucho, mucho rato, por el lado del que sólo sale un hilito de agua, finalmente, sale caliente. Quieren que les indemnice con 100 yuanes por la banqueta. La banqueta vale 15 o 20 yuanes. No les voy a dar 100 yuanes se pongan como se pongan. Después de una larga discusión explicándole al tipo lo guarra que es la tía Song y lo mucho que toma el pelo a sus clientes, unas fotos a mi pasaporte, 20 yuanes extra para que se compren otra banqueta… Conseguimos salir de allí. Fue toda una suerte, porque los chinos se ponen como locos y cualquier situación de la que crean que puedan sacar 1 yuan son capaces de pelear con uñas y dientes todo el día. Además, si de verdad hubiera llegado la policía, teníamos todas las de perder por ser extranjeras. En estos casos, todo se acaba solucionando con una multa de miles de yuanes. Fue una insensatez mi acto.
Un viejo muy viejo nos dijo con una sonrisa de oreja a oreja: “Bye-bye!”. Ese debió ser el que vio algo cuando se me resbaló la toalla.

Wednesday, April 29, 2015

Japón: Tokio IX

Tokio es una ciudad de edificios pequeños, de un estilo muy característico. No es la ciudad de rascacielos futurista que imaginamos; esa es Shanghái. No en vano, Tokio fue pionera en ese tipo de paisajes urbanos, pero lo hizo hace años. Shanghái es más nueva.
El metro de Tokio no es "moderno", es viejo, pero funciona de maravilla. Se puede cruzar la ciudad rápidamente. Y además, el tiempo se les debe pasar volando. En webs por ahí leí cosas como:
-que un porcentaje -de algo así como- el 90% de la población femenina ha sufrido algún tipo de acoso sexual antes de los 15-16 años. Y en los coles, cuando cumplen 10 años, les explican el significado de la palabra "pervertido" para que sepan lo que les está pasando.
-El gobierno declaró que han dejado de fabricar -no sin pena- las muñecas sexuales lolicon, aquellas que representan niñas pequeñas, por las críticas recibidas por países extranjeros.
-Hay vagones de metro solo para mujeres, para aquellas que definitivamente no quieran que les metan mano. Lo cual, es una situación un tanto extraña, ya que, parece un salto al pasado de segregación por sexos. Además, en un sólo vagón no caben todas las mujeres. Y a mi juicio, esto sólo empeora la situación.
-Las mujeres ganan mucho menos dinero que los hombres desempeñando trabajos similares. Y tienen el mismo concepto que los chinos de 'leftover women' y presión social por casarse antes de cierta edad.
Los japoneses en el fondo son chinos que cruzaron el mar, y allí en la isla se volvieron raros-raros-raros. Físicamente son como los chinos, pero con un look y una personalidad muy distinta. A mi modo de ver, los chinos son la tolerancia y los japoneses la intolerancia. Los chinos son más naif, o más básicos, más llanos; y los japoneses, más sofisticados. Es fácil entender qué quiere un chino: dinero, descendencia y un buen banquete. Sin embargo, los japoneses tienen unos deseos más elaborados, piensan de una manera compleja, difícil de adivinar para mí. Los japoneses, en cuanto a presencia personal, manera de hablar, tienen mucha más fuerza que los chinos. En una palabra: son la determinación. Los chinos a menudo pueden parecer unos flojos -aunque, son de lo más duro que camina por el planeta; no en vano, la raza más extendida.
En Japón creo que no existe la posibilidad de dormir en un sitio sucio, por muy barato que sea. Lo cual reconforta bastante. Ya es más barato dormir en Japón que en China. Por el mismo dinero, puedes esperar un espacio mucho más reducido, pero en el que seguro vas a tener luz, agua caliente, calefacción y va a estar impoluto. Eso sí que es "el futuro", y no los rascacielos y neones.
El Aizuya Inn
Estas cerámicas estaban en la tienda de un museo. Me gustaron muuuuuuuucho. Pero estaban fuera del alcance de mi bolsillo.
Sin embargo, me compré ésta otra:
Una exposición de Ukiyo-e en la que no se podía hacer fotos. Hokusai, Hiroshige... Me encantó ver en directo las imágenes que tantas veces he visto en internet.
¿Les suena esto?
Yukatas y haoris de segunda mano.
Observen la rigidez del taxista... Esto en China tampoco existe.
Juguetes japoneses de gusto dudoso...
-El gato al que le ha pillado un coche:
La ruleta rusa para niños:
-El bebé en el microondas:
Los muertos y los vivos descansan en formas similares:
Algunos vídeos curiosos...
-Japón. Cultura y sexualidad:
https://www.youtube.com/watch?v=3GxiDXfLOj4
https://www.youtube.com/watch?v=E0R8frPKSKI
https://www.youtube.com/watch?v=z25bcKIxWwI
https://www.youtube.com/watch?v=tGTqU8DdlFI
https://www.youtube.com/watch?v=PTkGXJWVthU
-Sobre chicos de compañía:
https://www.youtube.com/watch?v=B1plfLIaviE
-Sobre geishas hoy:
https://www.youtube.com/watch?v=uP1BBw3IYco

Wednesday, April 22, 2015

Japón: Tokio VIII: Arte III

"The way home", Taichi Okutani, 2007
También había unas pinturas con figuras humanas a tamaño natural, de un color azulado-verdoso: japoneses que salen de trabajar. Allí los contratos laborales son de unas ocho-nueve horas diarias, como en Occidente. De 9 a 5, o algo así. Pero, se da por entendido que después de las cinco se hace un servicio gratuito a la empresa. Salir pronto de trabajar es estar sólo 12 horas, de 9 a 9. Siendo bastante frecuente hacer 14 horas. Es decir, entrar a las 9 y marcharse a las 11 de la noche a casa. Cierran a posta el metro, porque si no, la gente se quedaría hasta las 12 o la 1 o las 2 de la mañana.
Si no quieres hacer horas gratis extra, te echan. Todos las hacen. La medida de horas que trabaja un japonés a la semana, no son 40, sino 60. Un japonés, trabaja por una persona y media. Por eso -más, el gusto por la perfección- funciona todo tan bien. Lo que pasa, es que se mueren. Oigan, se mueren de trabajar -lo más frecuente es el infarto, debido al estrés y la falta de descanso- y si se quedan sin trabajo se suicidan.
Como les decía al principio, yo no vivo en Japón ni loca, por muy cuco que sea Doraemon. Sé de un español que vive en Tokio y siempre dice: "O me marcho de aquí o voy a acabar amargado". Su plan es ir al pueblo, a la casa de sus abuelos, restaurarla e instalarse allí. Pero sus padres le dicen: "¡Pero hijoooooo! ¿Te has vuelto loco? ¿A qué vas a venir a España si aquí no hay nada que hacer?¿ Al pueblo del abueeeeeloooo....? ¿A qué?". También conozco a un serbio gay que vivió en Tokio un par de años. Dice que aquello es sólo bueno para ganar dinero y que China es la libertad total.
Que me voy del tema... También tenía otras pinturas de emigrantes y de gente obsesionada con sus aparatos electrónicos. No estoy ya segura de que Europa sea así, pero les aseguro que en Asia la gente vive a través de su smartphone. Hay gente que se hace cien fotos al día hasta que sale bien en alguna. Al lado de esto, al lado de lo otro, comiendo un helado, poniendo morritos, haciendo como que no poso, poniendo los dedos en V para hacer el símbolo de la victoria... Están locos.
Lo de arriba es un biombo gigante con anilinas sobre papel de arroz de Asuka Irie. Igual parece tontería desde aquí, pero en directo son una delicadeza total de dibujo y pintura.
Y unas animaciones maravillosas de Atsushi Wada, que en pantalla grande y con un sonido muy cuidado hicieron que se nos cayera la baba a todos los que estábamos en la sala:
"The great rabbit" trailer: https://vimeo.com/37183126
"Anomalies" fragmento: https://vimeo.com/70781310
Y las fotos de Mariko Kitano...
Alguna foto más que me queda por ahí...
Y de verdad, qué sueño tengo. Pensaba que no conseguiría llegar al final de este post.



Monday, April 20, 2015

Japón: Tokio VII: Arte II

En el mismo museo había una  exposición de dibujos de Chiaki Kamikawa, que disfruté mucho más que la caligrafía. La mayoría eran lapicero sobre papel. En China la gente hubiera echado los dedazos en cada dibujo hasta su destrucción. Hubiera sido una exposición de acción.

Sunday, April 12, 2015

Japón: Tokio VI: Arte I

Para lo grande y rico que es Tokio, anda mal de exposiciones. No es que las exposiciones que hay estén mal, todo lo contrario; sino, que hay muy pocas.
El Mori Art Museum estaba cerrado por cambio de exposición. Entonces, prácticamente, sólo quedaba el National Art Museum (abajo). Y de éste, más de la mitad del enorme espacio expositivo era caligrafía. Qué rollo, qué pereza. No me interesa la caligrafía.
A mi juicio, la diferencia entre la caligrafía china y la japonesa, es que, ésta última es más "dibujo libre".
La diferencia entre los pinceles chinos y los japoneses, es que, los japoneses son mejores. Aunque, buscando bien, hay muy buenos pinceles chinos también. Creo que en Japón, simplemente no existe la posibilidad de comprar pinceles horrorosos. Y la otra diferencia, es que son muy caros. Los buenos pinceles son un placer, pero "buenos pinceles y buenas pinturas" no está ligado. Los malos pinceles también pueden  hacer buenos dibujos, y los buenos, malos dibujos.