Saturday, July 7, 2012

Yue 1525

Hoy he ido por primera vez a Yue 1525. Es un restaurante chino fino, dentro de un hotel de 5 estrellas. Está especializado en Dim Sum (unos bocados que se cocinan al vapor en canastillos de bambú). No es nada caro y es el mejor Dim Sum que he probado hasta la fecha.
Bueno, esto no es dim sum, son cortezas de pepino. Qué curioso que en España se tire la piel del pepino, y en China se tire la carne.
Dim Sum de gambas
 Empanadillas de ternera
. 
 Bollitos de cerdo a la parrilla con miel
Dim Sum de cerdo y setas. (Marta o Hiroshima, ¿es esto baozi? ¿o sólo son baozis los de masa gruesa?)
¿Buñuelos? rellenos de durián


Thursday, July 5, 2012

La nueva jaula de Venus

¡Glups! Ya voy por la cuarta jaula de conejos… La primera, cuando se murió Confuncio, se fue a la basura, pensé que nunca más volvería a comprar un conejo para asegurarme de no encontrármelo muerto. Pero no fue así. La segunda jaula fue para Hesiodo, en paz descanse. Fue llegar y palmarla una semana después, no me dio tiempo ni a encariñarme con él. Esa misma jaula la heredó Venus. Parecía espaciosa, pero Venus empezó a crecer y a crecer y a crecer. Para ser un conejo enano, es un pedazo de coneja. Entonces, compré la tercera jaula, parecía enorme. Bueno, pues se le ha quedado pequeña, estaba la pobre que casi no se podía estirar. No sé qué hacer con las jaulas nº2 y nº3, porque no me caben en ningún armario. Creo que las tendré que bajar a la calle. Imagino que las recogerá un chino y meterá un gato dentro. Los chinos tienen a los gatos y a los perros en jaulas como si fueran fieras salvajes.
La jaula nº4 es la mejor que Venus ha tenido, con suelo de madera, aún así no es tan grande como hubiera deseado, pero en Shanghái no he visto otra mayor. Antes la tenía suelta y usaba el wc siempre. Pero desde que es adulta pasa de todo, se mea donde quiere, eso sí, siempre en su habitación. He leído que lo mejor es castrarla, pero me da miedo que la maten. En el hospital de conejos me dijeron que le harían un chequeo médico primero y si todo estaba bien operarían, que era muy sencillo. Valía una fortuna. En el veterinario nuevo que he encontrado, que sabe de conejos y es más barato, me dijo que no lo haga, que es una operación complicada, voy a arriesgar su vida y además ¡no tiene anestesia! Eso me lo dijo minutos después de haber operado a un perro. ¡Dios mío, qué hospital!
Así que, tendrá que pasar más tiempo en la jaula. Porque, ¿sabéis donde se mea? Pues en el riel de la puerta corrediza de mi dormitorio. Digo yo que, porque Venus es china, y los chinos tienen váteres de esos que son un canalillo. No me digáis cómo lo hace, tiene que ser muy difícil apuntar. No se sale nada. Y bueno, limpiarlo es una odisea. Cada vez que me encuentro el canalillo lleno de pises, ¡la echaba a la cazuela!
Pero la jaula nº4 es porque estas vacaciones se va a casa de E, así estará más cómoda. Dudo que E, que está todo el día con la bayeta, la vaya a estar soltando.
A Rayito lo voy a dejar suelto, solo en casa, es muy independiente y pasa de nosotras mogollón. Como por el día duerme, por la noche le abro la puerta de la jaula. Se pasa la noche transportando comida de su jaula a un rincón escondido, junto a la lavadora. Al amanecer cae rendido de tanto paseo, me lo encuentro dormido allí, barro, lo meto en la jaula y ya está, al día siguiente hará lo mismo.
Y a Capitán se lo voy a dejar a mi vecina, o mejor dicho, mi vecina va a venir a regar las plantas y  a darle a Capitán su haba de soja diaria. Qué majo es Capitán. Me dijeron que los grillos sólo viven 4 meses pero ya tiene más de 5. Eso sí, se cayó dentro de su jaula por ahí subido y se rompió una pata. No sabía cómo asistirlo. Entonces, él, empujó la pata que se había desprendido fuera de la jaula. Le daría mal rollo verla. Le he comprado una piscina para los calores del verano y le encanta.
Vaya folletín que os contado. Ja, ja.

Tuesday, July 3, 2012

Pleno verano

El domingo llega mi visita y la semana que viene ya me voy, qué ganas tengo de salir de Shanghái y que me dé el fresco.
Iba a hacer tantas, pero tantas cosas este verano, y el caso es, que estoy supervaga. Mis días se reducen a jugar con mis mascotas, echar largas siestas sin mirar el reloj, ver películas en el sofá con Venus y hacer viajes a la nevera. A veces salgo de casa, pero ahí fuera hace mucho calor. Quedo con alguien, y por el camino me gasto una fortuna en un vestido de estos que vaya usted a saber cuándo me voy a poner. O ir al gimnasio; hacía meses que no lo pisaba. No estoy segura de que sirva para algo o para mucho ir al gimnasio, y aburrido es un rato. A ver, parece que se está más flexible, chirrían menos las articulaciones, pero ya me he dado cuenta –me ha costado- que no voy a ser nunca como las que salen en las revistas. Antes pensaba que igual sí, y que eso podía suceder yendo al gimnasio, pero no nos engañemos, eso es un cuento chino. O se nace top model o no se nace. Me leía las entrevistas: “¿Cuál es tu secreto?” “Yo bebo mucha agua y duermo bien”. Pues yo también bebo mucha agua y duermo, cómo duermo, como un lirón.
El otro día compré los vuelos internos para mis vacaciones chinas. Tal y como esperaba, fue un quebradero de cabeza. Por un lado, para comprar en internet hace falta una tarjeta con un código secreto, es una tarjeta que sólo algunos bancos te dan. Pensé en abrirme una cuenta en uno de esos bancos. Pero me dije, va, vamos a pagar con la visa y ya está. Pero la visa, tenía 30 euros de gastos. A parte de pagar en euros (los yuanes que cambié a euros, volverlos a cambiar a yuanes cuando más caros están). De todos modos el problema nº1 que tengo al comprar un vuelo chino es que no puedo escribir mi nombre tal y como aparece en el pasaporte, porque no hay web china que permita teclear 29 caracteres. He hecho mis truquis para comprar vuelos hasta ahora, como escribir la inicial de mi nombre y luego el apellido, o el nombre y  cortar el apellido. Pero esto es un problema cuando vas al aeropuerto. La persona que está en el checking me va a decir que el nombre del billete y del pasaporte no es el mismo. Entonces, te aparcan a un lado. Viene un policía, luego, viene otro más, y otro más. Al final, un corro de policías, y después de hacerte pasar mal rato, esperar media hora, te dejan subir al avión. Entonces, el otro día me dije, esto no me va a volver a pasar, me voy a la oficina de la aerolínea que me interese y que se apañen con mi nombre como puedan.
Juneyao airlines es la aerolínea que vuela a Hailar. La oficina está no demasiado lejos de mi casa, en las afueras del aeropuerto de Hongqiao, en unas calles desérticas, llenas de naves industriales. Cojo un taxi. La oficina no está en la dirección en la que la página web dice que está. En la misma calle, en otro número, hay un rótulo gigante de la aerolínea y detrás un solar vacío. Bien. Por suerte he cogido el teléfono de la aerolínea. Llama el taxista por mí. Increíble pero cierto: La telefonista de Juneyao airlines, no tiene la menor idea de dónde está la oficina física en Shanghái. El taxista se lo curra, empieza a preguntar por aquí y por allá. Al final, alguien le dice que se han mudado a no sé dónde. Unos 10 minutos después llegamos al edificio, un edificio fantasma. Un policía me guía por todas las plantas intentando encontrar la oficina. No hay nadie, ni una sola persona. Paso miedo. Unos quince minutos después de la gira por el edificio volvemos al primer piso, junto a la entrada, estaba ahí. ¿Y él no lo sabía? ¡Venga ya!
Se sorprenden de que alguien entre a su oficina. Ya sé, que la mayoría de la gente compra los vuelos en internet, pero una oficina abierta al público es para recibir, ¿o no? Bueno, ya estoy en ello. Cuando va a meter mi nombre en el ordenador, se encuentra con el mismo problema que yo. Llama al jefe. El jefe llama a otro jefe.”Pero a ver, ¿cuál es el nombre de verdad, el importante? ¿Todo esto no puede ser tu nombre?”. Al final, hacen lo mismo que hago yo, escriben la inicial del nombre, seguido, el apellido. Bueno, lo estoy consiguiendo. Saco la tarjeta china para pagar, con la que se puede pagar en todos los sitios. “Ay, ¿no tendrás metálico?”. ¡Cómo voy a llevar encima el dinero de cuatro vuelos! “Uy, pues es que no nos funciona bien el cacharro de cobrar con tarjeta, vete a Xuhui (a 40 min en taxi de allí) a pagar”. Le dije que, o me cobraba con tarjeta o me iba de vacaciones a cualquier otro sitio donde no volara esa aerolínea. “Bueno espera, ya lo intento”. Lo intenta, y a la primera me puede cobrar con tarjeta, ningún problema. Bien. Va a imprimir el justificante, abre dos cajones: “Se me han acabado los folios, no puedo imprimir”. ¡Venga ya! Pero qué oficina del demonio es esta. “Mira, hazlo como quieras, pero quiero saber el nombre de vuelo que he comprado, la hora a la que sale, y que ponga mi nombre y diga que he pagado”. “Espera, espera, voy a intentarlo”. Le pide un folio al que está al lado y me imprime el vuelo. Bien. Entonces le pido la factura, porque me hacen rebaja en los impuestos. “Uy, vas a tener que ir al aeropuerto de Hongqiao a  por ella”. Debe estar de broma. “Pero si está al lado” (10 minutos en taxi, más el follón que es entrar al aeropuerto). “Mira, no voy al aeropuerto de Hongqiao”. “Vale, entonces, la hago luego y te la mando por correo a casa”. “Estupendo”. Alguien se acerca y le dice que no haga eso. “Oye no, cuando vayas a Pudong a coger el vuelo pasa por nuestra oficina y que te hagan una”. Me apuesto lo que sea a que ese día en Pudong no me dan una factura.

Monday, July 2, 2012

Taxistas locos

Yo no sé qué tiene la profesión que los vuelve así. Cojo un taxi, está borracho, me quiero bajar. Va haciendo eses. Cuando le digo la dirección - una famosa esquina llena de restaurantes, extranjeros y algún bar-, me dice: “Qué vas… ¿a beber?”. El que va bebido es él. Atención al detalle, junto al taxímetro, no uno, sino dos paquetes de cigarrillos abiertos. A mis pies, un termo enorme. Trago y cigarro.
Dos días después. Salgo del supermercado, empieza a llover. Veo una luz de taxi libre aparcado, debe ser un espejismo porque está lloviendo. Echo una carrerita con el carro lleno de bártulos. No lo coge nadie. Allá voy, ¡ya es mío! En ese momento sale alguien del coche, qué raro, cuánto tiempo han estado ahí sentados. Del supermercado a mi casa hay 14 yuanes de taxi. Si todos los semáforos están rojos vale 15 yuanes. Nunca, en 3 años, me ha costado más de 15 yuanes. Llego a casa. Dice que no funciona su taxímetro, quiere 25 yuanes. Dice que llueve. Se puede ir al mismísimo Infierno. Le digo que vale 15 yuanes. No, quiere 25. Busco en el bolso 15 yuanes. No tengo cambio, tengo 20. Quiere 20 yuanes. Le digo que no, que me de 5. Dice que no me deja salir del taxi. Aquí ya, estamos a gritos, no me sale todo lo que le quiero decir en chino, y ya estoy hablándole en español, que ya puestos, es un idioma mucho más rico en cuanto a insultos se refiere que el inglés. Me bajo del coche, encima no llevo cosas ni nada, hasta una fregona. Saco mis bártulos, le digo que o me da 5 yuanes de cambio o no le pago. Me amenaza diciendo que sabe dónde vivo. Le doy una patada al coche, hace amago de pegarme. Llueve a mares. Dios mío, me estoy peleando por algo más de medio euro, arriesgando que me partan mi cara de porcelana. Le tiro los 20 yuanes al suelo. Dice: “Fuck!”. Me late mucho el corazón cuando cojo el ascensor.
Odio a los timadores de poca monta. A ver, ¿qué clase de atraco es un atraco de 5 yuanes? Porque un timo, es cuando no te das cuenta, usando la picaresca para estafarte, pero un atraco, no sé, me debería haber quitado algo más para llamarlo atraco ¿o no?
Luego, me he dado cuenta que a los que se han bajado del taxi en el supermercado ha debido hacerles lo mismo, por eso no bajaban nunca del taxi. Bonita manera de ganarse cuatro yuanes más en una tarde discutiendo con todos los clientes. ¡Muérete taxista mierdoso! Fuck you!