Provincia de Yunnan XVII: Shangrila II

Un valle en la zona Haba snow mountain.

Una tienda de cuchillos y perros en la carretera a la que no dejan entrar a japoneses.

Los modelos que han usado para su publicidad deben ser los únicos chinos cachas de todo el país.

Espadas, cuchillacos...

Tenían tres mastines tibetanos, no estoy segura de si estaban en exposición solamente o también a la venta. Los mastines tibetanos valen una fortuna (un millón de libras los mastines rojos). Me explicaron que para los chinos no son perros, sino "otro animal", casi un león. Según me contaron no es muy fácil su reproducción, y quien tiene uno, tiene una mina de oro y no vende los cachorros.

Son realmente grandes, supongo que no los tendrán en casa.

Un lunch en Shangrila ciudad. Hace tanto, tantísimo frío, que la comida se queda helada del trayecto de la cocina  a la mesa. Por eso el plato más popular es el hot pot, o en su defecto, algunos restaurantes tienen mesas de hierro con fuego dentro para mantener la comida templada. En China, la comida tiene que estar muy caliente, sino, no vale.

Cosas interesantes: El plato verde a la izquierda del todo. Brotes de bambú bebé, muy ricos. Y el plato amarillo y blanco en el que hay dos cucharas. Era yogur y manquilla de yak. Si no está sobre la mesa, la mantequilla se solidifica. En conjunto, parecía queso.

Nos despedimos de la pareja de Singapur porque tenía que coger su vuelo, y del hijo de la señora del hostal tibetano que regresó a su casa.