Thursday, May 14, 2015

Provincia de Sichuan V: Litang II

Al día siguiente me encontraba mejor. Salí a dar un voltio por Litang mientras un conductor conseguía tres viajeros más para llenar un coche con destino Daocheng.
Desayuno en Litang, como de costumbre: porras, bollos de pan al vapor rellenos de carne, y huevos duros cocidos con hojas de té.
Buscando el templo de la localidad, descubrí el Litang más interesante y menos nuevo. Al parecer, la gente es muy devota.
Me asomé al interior de una sala privada del templo en la que un regimiento de monjes estaba ocupado con sus oraciones matinales. Oigan, ningún atisbo de espiritualidad. Aquello era un concierto de pedos, eruptos, tosidos y bostezos.
A los viejecitos sí que se les veía entregados con sus rezos.
-Como te decía querida…
-¿Quién es esa?
Secando cagarros al sol.
 Un perrito muy sucio pero guapo.
Barbacoa, ¿te atreves?
Mantequilla de yak, pa el gato…
La moda en Litang. Observen el detalle del estampado del tejido tradicional chino: ¡son las manzanas de Apple!
Cegadora luz en las alturas. Se siente el sol muy cerca.
Una vez pasados los males, valió la pena Litang.

2 comments:

  1. Qué majos los cerditos. La mantequilla de yak no tiene que estar mala, al fin y al cabo es pariente de la vaca, ¿no?

    ¿De qué está hecha la pirámide de la pray plaza?

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    1. Todo lo que viene del yak tiene un sabor al cubo. El yogur parece roquefort, y la mantequilla es muy fuerte. En concreto el típico té tibetano con mantequilla de yak me parece apestoso.
      De piedras, y placas -también de piedra- con inscripciones de oraciones.

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