Me gustó tanto el viaje que hice en navidad en Yunnan (línea naranja), que en marzo hice otro trozo (línea azul) de la Ruta del té y los caballos. Esta vez fue en la provincia de Sichuan. El salvaje oeste chino es lo más emocionante de este país con diferencia. Se sufre y se disfruta a partes iguales, si todo sale sobre ruedas. Si no, quizá se sufre más que otra cosa.
Como ya conté antes, ésta ruta es parte del recorrido que hacían antiguamente en el comercio de hojas de té chino por caballos tibetanos.
Una cosa es la frontera política de Tibet, y otra es la frontera geográfica y cultural. Tibet se extiende mucho más allá de su frontera política. Está en la provincia de Qinghai, Sichuan y Yunnan. Hasta en un trocito de Gangsu y Xinjiang.
Tibet es realmente fascinante. Es purito delirio.
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