Tuesday, March 17, 2015

Japón: Tokio I

En mi viaje a Tokio cumplí dos de mis muchos sueños acariciados durante largo tiempo: ver una representación de Kabuki e ir a desayunar al mercado del pescado.
Y aún con todo, me he desencantado de Tokio. Desde España, Tokio suena guay, pero agárrense a la silla porque, pese a su cielo azul, es bastante terrorífico.
Esto no es la sabana africana, sino el centro de Tokio. Lo que rodea al Palacio Imperial.
Un jardín impoluto, en el que cada hierba mide exactamente los mismos milímetros que la de más allí. Ya quisiera encontrar yo un peluquero tan habilidoso con las tijeras como este jardinero.
Por supuesto, no puede pisarse, y casi, hay que guardar una distancia de un metro, como cuando se observa un cuadro de un siglo pasado en el museo.
Tokio es un planeta perfecto. En el que pese a tener 13 millones de habitantes, se respira como si estuvieras en el campo, hay unos niveles de ruido muy bajos, está impoluto y todo funciona bien.
Pero, si es tan perfecto, ¿por qué se suicida tanta gente?
Cartel en el metro. No leo japonés, pero creo que viene a decir: Si ves que alguien ha saltado a la vía, toca el timbre antes de que el tren pase por encima y lo despedace. ¿No?
Marta me contó que cuando alguien se suicida, la gente en vez de preguntarse por qué lo ha hecho o sentir compasión, dicen: ¡Qué egoísta! ¡Ya se podía haber suicidado de otra manera! Ahora vamos a llegar a trabajar todos tarde por su culpa hasta que retiren el cuerpo. Cuando, tirarse al metro, no es como lanzarse al mar, o despeñarse de una montaña. Es de cierto mal gusto, es decirle a la sociedad: Mirar qué harto me tenéis que he llegado a este extremo, y además, lo voy a hacer delante vuestro. ¡Aquí os dejo el pastel!
Tan organizados están los japoneses que hasta tienen lugares destinados para ello. El destino más popular, es el bosque Aokigahara. Este vídeo lo explica muy bien:
Uno de los motivos principales parece ser el no encajar en una sociedad tan exigente. Se puede no encajar de muchas maneras, la principal quizá sea quedarse sin trabajo. En Japón el paro dura escasos meses. Y es muy fácil pasar de perfecto burgués a sin techo. Es tal el tabú de ser parado, que los hombres no se lo dicen a sus mujeres, y siguen actuando como si fueran a trabajar cada día, saliendo a la misma hora con su maletín y regresando a las mil. Hasta que la cosa no da para más, y ellos mismos abandonan el hogar sin decir una palabra. Se reclutan en una calle destinada a los sin techo; llena de cámaras de vigilancia porque la sociedad tiene miedo de los desempleados. 
Este otro vídeo es de niños suicidas:

4 comments:

  1. Ahora tengo una pareja amiga de Tokio...no nos entendemos mucho. Se van a vivir a Dallas una temporada. Creo que lo van a pasar fatal, aquí son tan felices comiendo tapas y bebiendo cava todo el rato (es tan barato).
    Eres la primera persona que me habla regular de Tokio...para un españolito es como el VIAJE.

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  2. vaya cuerpecito me ha dejado, yprh. y no hemos hecho nada más que empezar. para una vez que sus fotos tienen sol...

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  3. Ostras es verdad, ya se me había olvidado que habías ido a Tokio, jajaja.
    Tú dilo bien alto cuando vuelvas a España: SHANGHAI MOLA MÁS QUE TOKIO, aunque la gente no se lo creerá (sin haber estado en ninguno de los dos sitios).

    Lo de la gente que se queja porque se haya tirado alguien a la vía y se retrase el tren... es que por lo visto pasa muy a menudo. La primera vez, la segunda, la tercera, te impactará y te deprimirás, pero las siguientes... te cagarás en el suicida. A todo se acostumbra uno, hasta a eso...

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    1. ...pero se lo habrán dicho en la tele... o_O
      SHANGHAI MOLA MÁS QUE TOKIO

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