Provincia de Fujian: Xiamen I

La provincia de Fujian limita con las provincias de Zhejiang, Jiangxi, Guangdong y el mar de China. La capital de la provincia de Fujian es Fuzhou, que según me han contado, es una ciudad feísima. La segunda ciudad y la más importante es Xiamen. Es una isla, pero casi no lo parece porque es muy grande y está muy cerca de tierra firme. Hace unos años, en uno de esos rankings chinos, figuró como la segunda ciudad más habitable de China. Para que os hagáis una idea de cómo está el patio que hacen listas de las ciudades en las que se pasa menos mal.

En Xiamen, el clima es benigno, y si vienes de un poco más arriba en el mapa, enseguida encuentras la vegetación exótica y exuberante.

En Xiamen, la gente vive en jaulas. No sé si hay ladrones o no. En general, China es uno de los lugares del mundo en el que menos ladrones hay, a parte, de los políticos, claro. M dice que esto funciona así: El del primero pone rejas en el balcón, y el del segundo le copia, y el del tercero copia al del segundo, porque piensa: “Si estos dos han puesto rejas, entonces el ladrón no tendrá otra alternativa que robarme a mí”. Robarle ¿el qué? ¿Su televisor y su iphone? ¿Qué es ver siempre el cielo a través de unas rejas comparado con un televisor y un iphone? No es nada.

La Universidad de Xiamen es una de las zonas privilegiadas. Tal es así, que tanto los turistas como los locales pasean por su campus.

En China sólo pueden estudiar los estudiantes de sobresaliente. Simplemente, porque hay demasiada gente. C me explicó que aquí no existen universidades públicas y privadas, sino estudiantes públicos y privados. Si eres un estudiante excelentísimo, pagas poco, te mandan a las mejores universidades, con los mejores profesores y tu título vale mucho cuando vas a buscar trabajo. Si eres un estudiante de notable, pagas mucho, vas a una universidad peor, y te van a dar un título, que –aunque habiendo sacado notazas- dice que eres un segundón. Y toda tu vida arrastrando el título de la vergüenza, cuando en realidad, no hay nada de vergonzoso en ello. Si eres un estudiante de bien o de suficiente, te dan un pico y una pala, a no ser que seas el hijo de alguien rico.