Esto era algo a medio camino entre el marqueting y la instalación
artística. La gente esponsorizaba las tejas. Podían escribir un deseo en una
teja por 20 yuanes. Había cientos de tejas con deseos escritos en chino. Mi
amiga y yo intentamos adivinar: “Que me toque la lotería”, “Que mi hija
encuentre un marido rico y mi yerno me trate bien”, “Que mejore del reuma”,
“Que me den un nieto varón”…
Aquí lo que les puede suceder si son malos: dos demonios con un serrucho
dividiendo a un humano en dos.
un deseo con mala baba: 'que se rompan todas las otras tejas'.
ReplyDelete¿la serie de abajo es suya?
No hombre no, eran unas piedras talladas que había en el templo y tenían gracia.
DeleteBueno un metodo de tortura español era ese en la edad media se llamaba la sierra española
ReplyDeletePues eso, lo mismo da ser malo en China que en España, serrucho.
DeletePublica usted a buen ritmo. Está bien eso. He podido viajar en taxi, comer y casi rezar leyendo sus últimos artículos. Pues es una pena que piensen así y no valoren lo que tienen, cosa bastante frecuente en las sociedades que empiezan a manejar el "parné" de golpe, como unos nuevos ricos. A mí esos edificios centenarios o casi, desvencijados y rotos me gustan; los insectos para comer ya menos.
ReplyDeleteUn saludo.
No me funcionaba internet y ahora sí. Me quiero quitar ya de estas historias de las vacaciones que hace mucho. De todos modos no se pueden comparar mis miniposts con sus megaposts.
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