Monday, August 8, 2016

Conversaciones robadas III: Sobre mí

Un viejo pone al corriente a otro:
-"Tengo entendido, que la gente que ha comprado esta casa debe ser de lo más *especial*".
Estaba asomada al balcón y prácticamente me lo ha dicho a mí.  Al ser consciente de haber sido escuchado, se avergüenza -brevemente- y se va.


Tres viejos sentados frente a la fachada de mi casa comentan:
-"Fíjate cómo riega. Va a ahogar las plantas".
-"Se pasa el día regando. Qué barbaridad".
-"Y lo que mancha".
-"Pues yo no sé cómo mancha tanto. Debe echar los posos del café".
(En mi defensa: riego una vez al día en verano. Y procuro que no caiga ni una gota, a veces, sí cae alguna. El vecino de enfrente prepara las cataratas del Niágara cuando riega sus geranios y todavía no he oído que hablen de él)


Mirando la fachada de mi edificio, comentan en la calle:
-"Esta casa... Con lo bien cuidada que la tenían sus dueños. (Mentira. Es sólo una leyenda) Y mira cómo está ahora."


Le dice la dueña de la tienda de comestibles -la persona con la que más he hablado en el pueblo- al repartidor de yogures:
-"Este parece el edificio fantasma" (Refiriéndose a mi casa).
-El repartidor: "O sea, que no hay movimiento".
-Ella: "Eso".

3 comments:

  1. Ay, la gente de los pueblos se aburre...

    ReplyDelete
  2. Replies
    1. ¡Qué va tía! Hace mucho calor, y en 48 h se seca la tierra del tiesto como si fuera arena del desierto.

      Delete