Provincia de Jiangxi: Jingdezhen X

En el mismo pabellón “A” había una exposición de algunas de las piezas más famosas de la historia de la cerámica china, de las dinastías Ming y Qing. Pero estaban sin proteger, así al aire. Tenían una etiqueta que no sabía leer, así que le pregunté a M, se trataba de un concurso de copias cerámicas. Así, a simple vista eran igualiticas. Bueno, tenían un aire a nuevo, a brillo.

 

El año pasado el mercadillo fuera del recinto expositivo se extendía hasta el infinito por caminos polvorientos, era más grande que la propia exposición. Estas cosas hacen divertida a China. Este año, parece que decidieron poner orden y designaron un espacio limitado en frente de los pabellones, fundamentalmente de comida. ¿Os había dicho ya lo mucho que sabe a rata muerta todo en Jingdezhen?

Estos eran la monda, pocas veces el acto pictórico había caído tan bajo. La del favorecedor paraguas en la cabeza –invento chino para no broncearse- debía ser la mujer. Y el de la barba con los pelos de alambre, podía ser el artista. El tipo del micro está actuando como si se tratara de una subasta de arte, pero a lo baratillo: “Precio de salida 75 yuanes, ¿alguien ha dicho 100? ¡125 dice el caballero del fondo! ¡200!...”. Nadie ha dicho ni mu, pero la gente sonríe y se entretiene. Las pinturas, son de esas pinturas chinas hechas en fábrica… Un chino aprende a hacer “cerezo en flor”, cuando considera que le sale bien, hace 5000 pinturas iguales, si son pequeñas, una por minuto, si son grandes una cada 20 minutos, todo depende de la velocidad a la que sea capaz de mover el brazo.