Corea: La isla Jeju VI

Gracias al coche y al chófer recorrimos el oeste de la isla por la carretera de la costa.

Estos son los dos acantilados con forma de rostro humano.

En el sur de Jeju está la montaña Sangbansan, que es un pico de nada, con un templo budista.

Cerca de esta montaña hay aguas termales. Así que, por la tarde, en vez de volver con ellos al hostal me monté en dos autobuses y llegué al balneario. Como siempre, las expectativas…

Era un ascazo de sitio. El típico balneario que igual está limpio pero que no lo parece porque hace ya bastantes años que lo abrieron y no lo renovaron. El balneario del pueblo. No dejaban llevar chanclas y no obligan a llevar gorro. A mí que no me digan, pero sólo de pensar en los hongos, en madejas de pelos negros flotando, e incluso de pelos púbicos, me daban escalofríos. La gente iba desnuda -prefiero los balnearios de bikini- y lo peor de todo: había demasiada gente por metro cuadrado. Aquellas bañeras grandes parecían una sopa de esas blancuzcas llena de trozos de tofu flotando. Fue asomarme y marcharme. Muy amables me devolvieron mi dinero, debieron pensar: extranjera rara, déjala marchar.