Saturday, October 26, 2013

Provincia de Jiangxi: Jingdezhen III


Al anochecer fui a la calle antigua de Jingdezhen. Fue construida en tres tramos, durante tres períodos históricos: Ming, Qing y el muelle antiguo. La parte Ming, fue construida en la Dinastía Ming (1271-1368), tiene 90 metros de largo y 3 de ancho. La parte Qing (1368-1644) unos 231 metros y 4 de anchura. Fue un área comercial muy próspera, llena de casas de té y residencias de gente rica en aquel tiempo. En los 90’s decidieron construir casas nuevas por medio, como hacen los chinos. Si es preciso conservar un ladrillo viejo, pongamos al menos dos nuevos. Al fondo el muelle antiguo,  donde los ferris cargaban las mercancías más finas para ser distribuidas en China y en el resto del mundo.

Todo esto suena muy atractivo, pero ¿qué es hoy la calle antigua de Jingdezhen? Es el mismito Infierno en la Tierra. Han arrasado con la primera planta de casi todas las casas y han puesto tiendas horrorosísimas de ropa feísima, de zapatillas falsas, de todo tipo de chatarra con neones y la música es ensordecedora. Hay altavoces que gritan las ofertas como si estuvieras en la feria (si es que, en la feria se sigue haciendo eso), “¡Compra! ¡Compra! ¡Compra!”, y el bacalao, “¡Chumba, chumba, chumba…!”. En medio de la calle, hay todo tipo de tenderetes del mismo pelo y algunos puestos de comida y bebida ambulante. Causa un estrés horrendo pasear por esa calle, quieres irte cuanto antes. Es cierto, que los edificios son muy bonitos. Miras arriba y ves el grandioso pasado de China, miras abajo y ves la China de todo a cien.
Me senté a tomarme una sopa y por poco muero con el ruido ensordecedor de la tienda de al lado. Daban ganas de coger un martillo y hacerles añicos los altavoces. La gente que trabaja allí y pasa 12 horas al día, tiene que acabar reloca. Estoy segura que en países como Noruega, Suiza… te llevan a la cárcel por molestar tanto.

Me fui al hotel. Mi habitación olía igualito que huele un bar antes de cerrar(al menos antes): a tabacazo y a alcohol. En China se puede fumar en los hoteles, y a menudo ves las sábanas  y la moqueta con quemazos de los cigarros, y las habitaciones siempre huelen. A mí me parece bien, pero que tengan habitaciones de fumadores y de no fumadores. Escenita en el hotel sin hablar chino, una mano en la nariz, simulo que me desmayo: no quiero esa habitación y no quiero esa habitación. La señora de la limpieza lo pilla. Bien. Me enseña otra sin ventana. Huele a humedad una barbaridad, pero demasiado. No, no, no la quiero. Me enseña la última, porque es la Feria de Cerámica Internacional y está todo el hotel lleno. No huele demasiado mal, vale, me la quedo. Que tiene una cama más y tengo que pagar suplemento. No hay manera de hacerles entender que son unos sinvergüenzas y que su hotel es un antro caro. Es eso o la del humo. Así que me la quedo. Además, estoy agotadíiiiisima. Voy al baño. ¡Toma! No hay luz, los tres halógenos están fundidos. Ya es casualidad. Bueno, me voy a dormir. Me estoy lavando los dientes y noto: “Chop, chop, chop…”, me está cayendo el agua de lavarme los dientes en los zapatos. Pero bueno, qué sinvergüenzas son. Al día siguiente, intento en vano quejarme, no hablo suficiente chino para decirles todo lo que pienso. Hago mímica. Oigan, que no les parece que tenga ninguna importancia que el baño no tenga luz (a saber cómo me maquillé ese día) y que el lavabo esté roto. Y encima pagando suplemento. China es así. Decidí olvidar cuanto antes este tema para disfrutar la cerámica que era a lo que había ido.

11 comments:

  1. No hay nada mejor para olvidar un tema que escribirlo en un blog jejeje. Pero si que son guarretes ee
    Me recuerda a la favulosa y preciosa ciudad donde estuvimos con las bicis y los bigotes de dragón...

    ReplyDelete
    Replies
    1. Pingyao es muchísimo más bonito, dónde va a parar. Pero qué ascazo, allí tres días encerradas, ja, ja.

      Delete
  2. los hoteles chinos son un tema. el otro finde en shanghai cogimos una buena oferta y fuimos a uno de 4 estrellas cerca de taikang lu. había moho en la ducha y en el techo tía.
    Esta semana en Guangzhou los hoteles estaban carísimos por la Canton Fair, cogí el hotel más barato y medianamente céntrico que encontré y también olía un poquito raro y la ventana daba a un minipatio interior... pero al menos no tenía moho jajaja.

    ReplyDelete
    Replies
    1. Tía, os podía haber dejado las llaves de casa.

      Delete
    2. jajaja no te preocupes mujer. si a mí en el fondo el moho no me molestó, pero es el detalle que lo haya en un hotel de 4 estrellas...

      Delete
    3. En China -ya sabemos harto y sabido- que el dinero no tiene nada que ver con la calidad, sino con el morro que tengan.

      Delete
  3. y lo de la calle comercial con el chunda chunda es típico. lo hay en todas las ciudades chinas. siempre es la calle que te venden como la más comercial, pero en realidad ningún lugareño va allí a comprar. ¿o acaso los shanghaineses van a comprarse ropa a nanjing east? pues lo mismo. el chunda chunda pa los de fuera.

    ReplyDelete
  4. eso es, para poner flores yo buscaba un jarrón de cristal, pero todos me parecen muy de abuela! aunque bueno, no sé si es que directamente el hecho de querer poner flores en casa es muy de abuela, jajaja.

    ReplyDelete
    Replies
    1. Pos no, tía. Poner flores en casa es muy bonito, da buen rollo. En el mercado de flores venden cilindros de todos los tamaños y anchuras, cubos...

      Delete
  5. no se que pasaría en China yo. Te quejas pero te encanta China como a mi Barcelona. Solo que China es inmensa y Barcelona recorta... dita.

    ReplyDelete
  6. lo del tabaco cada vez lo soporto menos. ha sido quitar lo de fumar en los bares y convertirme en un talibán completo del tabaco. no y no. que no huela nunca a tabaco.
    yo creo que alguna vez me he duchado sin luz también.

    ReplyDelete