Habíamos
quedado a mediodía, pero pospuso la celebración hasta la noche por el disgusto
que le ocasionó cumplir años. Treinta y dos no son tantos años como para
ponerse así, ¿no?
He
empezado a hacer intercambio lingüístico y culinario con E. Los domingos me
enseña a cocinar platos chinos e idioma chino o le enseño platos occidentales y
español. Pero, casi ha sido empezar y terminar. Le han ofrecido ir a trabajar
a San Francisco, y están negociando el dinero, y vamos, que cualquier día se
marcha. Todo el mundo está de paso en Shanghái, hasta los que son de aquí. Voy
a tener que hacer más amigos, porque el Sr. X siempre está haciendo entrevistas
por skype en Nueva Zelanda,
Australia, Shenzhen, Alemania o Hong Kong. ¡Qué pereza hacerme la simpática
otra vez! No me gusta hacer amigos nuevos, me gusta tener siempre los mismos
amigos.
Fuimos
a cenar a un restaurante hongkongnés buenísimo. E se sabe muy buenos sitios.
Los platos de siempre pero mejor hechos de lo habitual. Además, cada uno
tenía una etiqueta con el nombre del chef. Así, si el cliente protesta, se le
cae el pelo al que ha cocinado ese plato.
Un flan salado
Raíz de loto rellena de arroz glutinoso. Dulce, caliente y pegajoso.
Pimientos
Pato. Qué difícil es el pato y qué bien lo hicieron.
Cazuela de tofu
oh, qué plato de pato tan rico. me gusta el pato. pues cuando pase la barrera de la luz de los 35... verá qué risa.
ReplyDeleteno sé. no se sabe uno nunca cuando tiene que empezar a hacerse el simpaticón de nuevo. mejor no agriarse con los años.
Igual al final terminas en París como el amigo de tu amigo.
ReplyDeleteCon nuevos amigos.
Pero dando clases fijo que no. No sabes lo cabrones que son los niños franceses.
Deletees el restaurante donde fuimos la otra vez? me encanta la raíz de loto y el arroz glutinoso.
ReplyDeleteNo, es otro. Menos chic, pero también rico, y más barato.
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