Monday, December 10, 2012

Más de lo mismo

Nada ha cambiado: sigo comprando y dándole al diente.
Uno de los descubrimientos del Otoño: el zumo de granada. Qué rico, y se queda la lengua áspera, y qué granate, ¡todo emociones!  De dos granadas sale un vaso de zumo. Me encantan las máquinas que estrujan sólidos para producir líquidos. También me gusta ver cómo estrujan la caña de azúcar, y el coco. Las olivas porque no las he visto, seguro que me encantaría ver el estrujamiento.
Una china con el pelo muy largo.
Yo no iba a comprar nada, pero vi estas zapatillas y eran -casi- del mismo color que el bolso, y con los zapatos enloquezco; me los llevé puestos.
Luego, fui a recoger los zapatos que había encargado. Son una copia de los que me hice hace tres años azules. Me gustaron taaaanto, pero tenían un agujero en la suela de tanto caminar y ya no daba la cosa para más. Los nuevos ¡naranjas!
El jackfruit (fruta del árbol de jack) es espectacular.
Y esto también. Siempre me quedo embobada mirando las frutas con caramelo. Brillan como un semáforo.
Fui por primera vez a The silk road, un restaurante de estilo de cocina de Xinjiang –oeste de China- y de todos los del estilo, de momento es mi favorito.
En restaurantes de Xinjiang, o nepalíes, o turcos, es la única oportunidad de encontrar yogur natural sin azúcar ni sabores chungos añadidos. En China el yogur es un horror. Sólo basta decir que no existe el yogur sin azúcar.
Crema de alubias verdes. Era un poco dulce. Y con cada cucharada rascabas un poco las paredes de la calabaza.
Té con leche y cerveza servida en un híbrido de tubo de ensayo y jarrón que pretendía ser un vaso. Recipiente ideal para echarte la cerveza por la pechera.
Estas dos sopitas eran una pasada. A la izquierda un caldo de pollo con espárragos y setas.  A la derecha una sopa picante con espinacas y tortellinis de carne.
A la izquierda ternera, a la derecha los famosos pinchos de cordero que están en todos los restaurantes uigures.


2 comments:

  1. qué post más completo, no falta de nada, jaja.

    una pregunta: ¿en invierno vas con esos zapatos? Yo es que lleve lo que lleve me congelo. Lo único que me está salvando ahora mismo son las botas con pelo por dentro y añadiendo plantillas de lana.

    El pelo tan largo DA MIEDO. Imagínate encontrarte un pelo así de largo en tu casa. La niña japonesa del pozo. Y a los 7 días mueres.

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    1. Sí, ja, ja, a mí también me dan yuyu esos pelos negros tan largos. ¿No era coreana la del pozo? La de los gatos, ¿no?
      Pues sí, en invierno, voy bien. El asunto frío tiene que ver con los materiales, no con el espesor. Pero para el frío no hay como la suela de goma gorda, y todo lo que sea lana, no cosas con pelo sintético. El otro día tuve unas plantillas de lana en la mano, no las había visto nunca. Casi las compro, pero pensé que luego igual no me cabía el pie en el zapato.

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