Utamaro, Three beauties of the present time, 1793.
La clase artesana estaba
increíblemente especializada. El “artista grabador” pintaba para que luego esa
imagen fuera tallada y reproducida. Llegan a un nivel extremo de perfección.
Los pasos de la cadena eran los siguientes:-El editor y el distribuidor escogían un tema y un artista. Contactaban con el artista para hacerle el pedido de una imagen, una pintura.
-Le pasaban la imagen a un tallador, que la grababa en madera.
-Le daban la talla y la imagen al estampador, para hacer la tirada (unas 20 copias).
-Iban a parar a manos de un bibliotecario, que era distribuidor de libros.
Al principio, en el Beni-e (período anterior), sólo hacían estampas a una tinta, en negro. En el Ukiyo-e aparece el color. Esto significa que varias planchas conforman una imagen. Algunas estaban compuestas de hasta 15, 17 planchas, ¡una para cada color! El color en Japón estaba ligado al estatus social, el color era lujo y estaba prohibido a la clase baja.
Aparece la censura en Japón, ¡sobre el color!, no sobre el
tema. Necesitan el sello del censor para ser aprobado. La finalidad fue evitar
la mezcla de las clases sociales. Los japoneses siempre han sido muy clasistas,
les ha gustado, y les gusta marcar las diferencias: “Perdona que te diga, pero
tú eres muy inferior a mí. En mi vida hay color, en la tuya sólo blanco y negro”.
Ja, ja, qué horrorosos.
En Japón lo importante es la contemplación de la naturaleza. En Europa lo importante es el hombre, no la naturaleza. El hombre está por encima de la naturaleza. En Europa las vetas de la madera visibles en la impresión se consideraban un defecto, al contrario que en Japón. En Occidente utilizan tintas al aceite. En Japón, tintas al agua.
La estampa japonesa influencia a la europea, en las poses, la apariencia de los personajes (ej. Alguien que sale de una puerta). Y en Japón, aprenden la perspectiva de Europa (Ellos antes tenían perspectiva aérea o nada) y toman el azul de Prusia.
El problema era que el papel era
de morera, las tintas y todo era natural. Se han comido las estampas los
gusanos. Los incendios acabaron con el resto. Así que, actualmente, de todo
aquel mogollón, sólo quedan unas cuantas.En Japón lo importante es la contemplación de la naturaleza. En Europa lo importante es el hombre, no la naturaleza. El hombre está por encima de la naturaleza. En Europa las vetas de la madera visibles en la impresión se consideraban un defecto, al contrario que en Japón. En Occidente utilizan tintas al aceite. En Japón, tintas al agua.
La estampa japonesa influencia a la europea, en las poses, la apariencia de los personajes (ej. Alguien que sale de una puerta). Y en Japón, aprenden la perspectiva de Europa (Ellos antes tenían perspectiva aérea o nada) y toman el azul de Prusia.
Artistas más renombrados de este período son: Hiroshige (s.XVII-XVIII) y Hokusai (XIX)
Hiroshige:
Hokusai:
A Hokusai lo consideran el comienzo del manga.
caramba, qué cosa tan bonita de estampas.
ReplyDeleteHabía algún tipo de censura sobre las estampas eróticas? O solo si eran en color?
ReplyDeleteNo, la censura estaba sólo sobre el color.
DeleteCierto, en Filipinas se hartan de arroz... pero eso en España no lo saben, así que no me lo preguntan jajaja.
ReplyDeleteEn los restaurantes buenos yo tampoco pido arroz, en el típico restaurante barato y grasiento sí. Aunque de esos cada vez voy menos...
Y muy cierto lo de las miradas y los empujones jajaja. Eso ya ni lo noto.
Ok, tengo curiosidad con lo del kefir :D A ver cuándo nos vemos.