Es una película de ciencia ficción ¡italiana! De 1965, de Mario Bava. Es
un buen ejemplo de cómo hacer ciencia ficción sin dinero: un par de espacios en el plató y un poco de niebla artificial. El interior de la nave espacial, así
como el vestuario, es entrañable; qué digo entrañable, ¡es bonito!; la trama curiosa. Es llegar al planeta de los
vampiros y volverse todos majaras. Se matan entre ellos. No es mala idea.
Niebla, más niebla, luces de colores, y no se han gastado un duro en hacer un
monstruo, son vampiros abstractos, invisibles. Da igual, los tripulantes de la
nave son suficientemente inquietantes. En el planeta de los vampiros no hay
nada, se está muriendo su único sol, son almas en pena, no tienen ni cuerpo, y
en que llegan los italianos, a usurparles su cuerpo para montarse en la nave e
irse a la Tierra o a dónde sea. Es una peli tontita, pero se pasa un rato
entretenido.
Aquí está entera.
no tengo yo paciencia para ver películas así. no sé. no le tengo confianza a la serie b.
ReplyDeletePues, a veces, sorprende positivamente.
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