Sunday, September 23, 2012

Heilongjiang VIII: El tren


En China hay más gente que quiere coger un tren (en cualquier dirección) que asientos tienen los trenes. Por eso, una vez que se han vendido todos los asientos, dejan subir a un número ilimitado de gente. Creo que viajar sin asiento es gratis. Al menos, no he visto nunca al revisor pedir el billete a los pasajeros que viajan de pie. Creo que quieren decir: “Ya que no podemos ofrecer servicio de transporte a todos los que lo desean, dejémosles viajar, aunque sea como animales”.
Cuando subimos al tren, mi mayor preocupación era que alguien se hubiera sentado en nuestro asiento. Esto sucede a menudo. Tú tienes tu billete, tu asiento, pero si alguien sin billete quiere sentarse ahí, la única manera de que se levante es usando los puños, literalmente. Nada de llamar al revisor y decirle… no, no, el revisor –para la miseria que seguramente le pagan- pasa de meterse en peleas en cada trayecto. Por eso me quitaron mi cuchillo en la estación de Qiqihar, porque en un tren chino, se presentan a menudo ocasiones en las que usarlo, y esto queda muy mal en las noticias: “Sangrienta masacre en un tren debido a una pelea por un asiento”, y tienen que bloquear en los buscadores de internet: “masacre”, “tren”, “pelea por un asiento”… y es un follón, con lo ocupados que están los censores chinos de por sí.
Y se ven casos, de un señor muy anciano con su billete, y un tío joven y fuerte en su asiento que no le va dejar sentarse. Y discuten, pero al final el joven alza un puño. Y el resto de pasajeros, en vez de apoyar al señor viejito, se ríe de él, en plan: “Viejo: muérete”. Y el señor viejito tiene que hacer un trayecto de 8 horas de pie aplastado en el pasillo. Un espectáculo desolador. Lo presenciamos dos veces: con un viejito y con un hombre enclenque y menudo. Los dos se quedaron sin el asiento que habían comprado, la gente se rió de ellos y el revisor, cuando vio que le pedían ayuda, salió a paso ligero en dirección opuesta, en plan: “A mí no me líes, si no puedes defenderte solo, no te montes en un tren”.
En la foto no se aprecia la sustancia que tenía el suelo. Ese tipo tenía valor.
 De todos los trenes que cogimos, las seis horas en el nocturno Wudalianchi-Harbin fueron las más duras con diferencia. Olía fatal.  El tren se fue llenando hasta que el pasillo rebosaba y la gente se te apoyaba encima a dormir, te metían el sobaquillo en la nariz. La del asiento de enfrente puso su pie descalzo encima de las piernas de mi amiga, y ésta le hizo una llave de  karate que casi le disloca el tobillo. Mi amiga y yo habíamos acordado dormir por turnos para que no nos robaran. Pero lo mío fue llegar y caer en un sueño profundo casi instantáneo, y eso que no había donde apoyarse, ni donde estirarse, ni nada. Mi amiga pasó la noche en vela, y cuando llegó a Harbin, tenía una cara, y un genio…

6 comments:

  1. La verdad es que hace por lo menos 3 años que no me monto en un tren de los viejunos... pero sí, es un drama. Una vez volviendo de Shanghai hace poco no quedaban billetes y tuve que ir de pie, era un tren lento y tardaba hora y media. Ah, el billete de pie no es gratis, de Shanghai a Suzhou vale 15 yuanes.

    Se sienta alguien en mi sitio y por mis cojones que se levanta, vaya que no. Es que si no me siento encima de él!

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    1. Marta, pienso como tú. Pero en ese tren había mucho macarra y mucha gente de campo. Yo no estoy a su nivel de barbarie. Además, sin cuchillo mongol con el que impresionarlos...

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  2. uff. siempre había pensado que los chinos tenían un respeto reverencial por la ancianidad y demás, pero veo que el confucianismo lo tienen algo desgastado. y ya me imagino que tanta concentración humana debe ser un carnaval de olores.
    ah, ayer vi a anabel en un concierto de las fiestas, pero no la saludé. cortito que es uno.
    saludos.

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  3. Muy mal! Y nadie tuvo cojones de defender al abuelito que feo!

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  4. ¡Viajas para sufrir?
    y yo me quejo de no salir de Barcelona!!!

    eres una experta en China
    no he conocido nadie que aguantara tanto

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  5. No viajo para sufrir, pero en el interior de China se sufre bastante. Es emocionante y agotador a la vez.

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