Thursday, January 7, 2016

Motor XVII: La búsqueda XIII

Un pueblo del Pirineo en el que hay casas en ruinas, otras vacías, dos gatos y tres habitantes en invierno; suena bien. 
Veo casa ruinosa semi abandonada -la de la imagen no, claro- con un cartel de una inmobiliaria que dice: "Se vende". Llamo y me pide un dinero equivalente al de dos pisos en Barcelona. Pues sí que está caro el Pirineo. Veo a un señor barriendo la calle y le pregunto si sabe de alguna casa disponible. Me dice: "Has dado con la persona indicada: yo soy el alcalde". Me enseña su huerto y me informa de que en el pueblo viven: él, su mujer y una persona más. Habla a toda velocidad, casi se ahoga, parece que quisiera meter el doble o el triple de palabras de las que caben en un minuto. Parece tener una imperiosa necesidad de expresarse. Ya me puedo andar con ojo no acabe así yo también un día. 
Me va a enseñar el pueblo, entra en su casa a decírselo a su mujer para que no se preocupe. En realidad, le dice: "Oye, salgo un momento, que ha venido una con muchas perras a comprarse el pueblo. ¡A ver si le vendo las tierras!". Se supone que no lo iba a oír, pero tengo el oído bastante fino y la gente mayor habla tan alto como la gente joven que lleva los auriculares puestos.
Qué paz y qué buenas vistas.
Me dice el alcalde: "Es tan bonito eso que me estás contando que quieres hacer en el pueblo que me dan ganas de echarme a llorar".

2 comments:

  1. Tres personas en un pueblo... y tienen agua corriente, electricidad y esas cosas?

    Fue ese el pueblo definitivo?

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  2. caramba... cómo le vendió el proyecto...

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