Wednesday, May 30, 2012

Último fin de semana de mayo II.

El sábado era la fiesta del colegio, tenía que hacer presencia hora y media. La asociación de padres y alumnos me había enviado una media de 5 mails diarios y 3 visitas semanales  sobre la esquina de actividades artísticas.  Mira, le tenía ya una tirria al evento antes de que aconteciera… Llevé a Venus para que corriera en los jardines y le diera el sol, y así olvidarme de que era trabajo. Pero pronto sucedió lo que temía. Los niños empezaron a seguirla hipnotizados. Finalmente, encontramos un arbusto a la sombra donde escondernos.
El tiempo pasó volando y la dejé en casa para ir a comer con alguien. El lunch fue aburrido. Ay, es que, la gente es un tostón, ¡qué se le va a hacer! Y encima, pan duro: “panini ecológico” de harina blanca, vaya morro. Barra de pan duro pasado por el grill. Y se los quitaban de las manos, una fábrica de paninis era aquello. Ya me dirán qué necesidad tengo yo de salir de casa para quedar con gente que no me interesa y comer pan duro.
Después seguí buscando heno porque estaba agotado en el supermercado al que había ido el día anterior. Me fui a la otra punta de la ciudad, al mercado de Laoximen. Había un ambientillo total. Es la temporada alta del grillo; igual estaban a la venta ese día más de 3000 grillos, en unas ristras de cajas de mimbre. Había un cri-cri a todo volumen estremecedor. Para los chinos, es símbolo de buena suerte, para los occidentales, de jaqueca. A mí me da buen rollo escuchar cantar a Capitán cada día puntualísimo a las seis. Es como lo de despertarse con el canto del gallo. Encontré heno del bueno; la alfalfa, Venus dice que se la dé al hámster. Se la tuve que comprar a la vendedora de chinchillas, porque los tres puestos que había de conejos han cerrado. No me extraña, todas las personas que conozco que han tenido un conejo se les ha muerto. Hay una mortandad muy alta entre los conejos, en parte por ignorancia de los humanos, porque son muy delicados.
Como novedad, había unas ratas bebé de 3 cm de longitud, eran rosas, desnudas.  También había unas ardillas-rata que no había visto antes. Daban escalofríos: tenían todas la sarna, habían perdido cantidad de pelo; eran muy agresivas, saltaban como fieras salvajes en la jaula, sus dientes afilados, sus ojos enloquecidos.
Vi dos mini-bonsáis y no me pude resistir. Debe ser el ansia de naturaleza en la ciudad.
Quién me lo iba a decir, me gustan los mismos juguetes que a los abuelos chinos.
 Mi jardin en miniatura

5 comments:

  1. las plantas son una droga. se empieza y no se acaba. Venus donde va triunfa. 3000 grillos chillando, no gracias.

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  2. qué monos los bonsais. pero ves?, los seres vivos y yo... las plantas que hay en mi casa, todas muertas. me consuelo pensando que ya lo estaban cuando yo llegué, pero la verdad es que no estoy muy segura...

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  3. Me he dado cuenta de que has empezado a dialogar con tu Venus.
    Lo de las citas aburridas lo suscribo. Yo tengo la mala costumbre de aceptar citas que sé que van a ser un rollo por no saber decir que no. Y luego acabo en la cima de un rascacielos tomando café y mirando en silencio por una ventana durante 2 horas y 56 minutos.

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  4. la pelu de venus es una monada odisea 2001

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