El fin de semana celebré dos veces mi cumpleaños. El sábado
en un coreano con los amigos. El domingo en un chino con Cristóbal, que trabajaba el día anterior. En ésta ciudad, la gente me regala siempre cosas extrañísimas. Mi mejor
amigo me regaló una botella de aceite de oliva, me quedé
sin habla. A ver, no es que me parezca mal, sólo faltaría siendo un regalo.
Pero, una botella de aceite de oliva, oigan. Será por lo de los españoles y el
aceite. Menos mal, que no me regalaron un toro, dónde lo pondría.
Después fuimos a tomar algo y como cada fin de semana, coges
un taxi, vas a un local, y no hay silla en la que sentarse, y luego, vas a otro
y a otro, y así pasas la tarde. Es una
cuestión proporcional: a más población, más individuos planean ir al mismo
sitio que tú a la misma hora. Ésta vez, encontramos sitio en una terraza de un
edificio. Me encantan las terrazas en lo alto de un edificio, cuánto más altas,
más me gustan.
Una amiga española de M
que vive en Pekín, estaba en Shanghái por trabajo, y se alojaba en el
Ritz. Fuimos a verla. Los botones del Ritz son très chic. Llevaban unos pantalones de pinzas grises que eran
anchos por arriba y luego estrechos por
abajo. ¿Pueden unos pantalones de pinzas grises ser bonitos? Afirmativo. Bonitos
y modernos. Y sólo una hora antes yo no lo sabía. Las camisas eran blancas, con
cuello mao, manga ancha y puño estrecho. Llevaban tirantes, y una gorra-boina
gris. Iban como un pincel, todo tenía buen corte, buenos tejidos, y además,
modernos, y ya veis, botones de un hotel. Pero el de recepción no corría la
misma suerte. Llevaba un frac, demasiado corto, y le daba un aire un pelín
ridículo.
Fuimos a la cafetería: clásica, confortable, inmejorable
vista, sablazo por la consumición. Es lo que tiene Pudong: vienes, ves las
torres, todas compiten por tener los garitos con mejor vista y despliegue de
lujo. He ido muy pocas veces a Pudong desde que vivo aquí, pero un par de veces
al año se disfruta.
En directo no me doy casi cuenta, pero cuando lo veo en
foto, el cielo es definitivamente gris.
Anocheciendo.
vaya, una celebración por todo lo alto... mire, un chiste involuntario! foto de venus con el pelo bufado, por favor.
ReplyDeleteen la foto de abajo, se ve un reflejo como si hubiese edificios aún más brutales amenazando la ciudad. qué vienen, que vienen...
¡FELICIDADES!
ReplyDeleteNo me imagino la contaminación...
Mejor para tí.
ReplyDeleteFelicidades!
ReplyDeletecon la de propiedades curativas que tiene el aceite de oliva... es el oro líquido.