PK14 (Yang Haisong) venía a la Mao Live House. Había sacado disco después de muchos años y me apetecía
ir. No es que me guste especialmente el tipo de música que hace, pero cómo es un icono cultural
pequinés, pues eso. Además, la música en directo en Shanghái deja mucho que
desear y pa algo que hay que ver, hay que ir. El otro día comentaba con Irene, que esto parece un desfile de glorias
muertas. Los que triunfaron en Occidente hace 20 años ahora vienen a tocar
aquí, y encima las entradas son carísimas, como por ejemplo: Suede. (Y no hablemos de cuando vino Kylie
Minogue, y estar en las primeras filas creo que valía 300 o 400 euros). Pero
bueno, volviendo al tema, el concierto de PK14 no estuvo mal, pero vaya. Es
que, grita mucho este chico y a mí no me gusta que me griten ni que sea cantando.
Además, siempre dicen que la gracia está en la letra, que es poeta, pero yo no sé lo que dice. Y vino
al concierto una taiwanesa y nos dijo que ella tampoco se empapaba de nada de lo que
decía. Si es que, grita demasiado.
Aquí
hay una entrevista muy completa al personaje, en la que explica cómo fue de los
primeros chinos en hacer música después de la apertura del país y esas cosas. Aquí el vídeo de Qué majestuosa es la noche.
El
Sr. X vino de casualidad, porque en realidad no le gusta la música, y mucho
menos en directo, y aún menos el punk chino. Vino, porque su plan era: esperar a
su cita en Starbucks hasta que se cansara de jugar a videojuegos en su casa y se dispusiera a salir. Y le dije: "Pues vaya cuelgue esperar a alguien en Starbucks por la noche indefinidamente".
Y entonces vino al concierto. Su cita estuvo jugando a videojuegos desde las siete de la tarde hasta las cuatro de la mañana. Para que luego digan que las
drogas son malas y de los videojuegos ni hablan.
Me
tomé dos copas muy malas –porque en estos antros de juventud ya se sabe:
purita gasolina- y me puse borracha. No era tarde pero me fui a casa. Cuando llegué, me di cuenta de que había echado a lavar las sábanas y no había hecho la
cama. Con el pedo que llevaba ni pensar en sacar unas sábanas del armario ni
que fuera para enroscarme en ellas. Qué pereza, por Dios. Pensé: “Hace calor, pero ¡qué calor tan tremendo hace!”. Me quité la ropa y me eché encima
del colchón ocho horas seguidas.
Jo,
al día siguiente estaba fatalísima. Parecía que tuviera el Anticristo en el
pecho. Cogí mucho frío. En realidad, no hacía el calor que parecía que hacía, y
fue justo el día del cambio de tiempo. Estuve una semana entera con bronquitis
y fiebre. Y, otra más acabando de recuperarme. Psss, de qué manera más tonta.
Berlín es el paraíso de las tiendas,
ReplyDeleteen lo que era el oeste están las de lujo a lo bestia y todo tipo de productos, nunca he visto tanta tienda sado, a mi me recordaba a N.Y., además de almacenes como KA DE WE y
en el antiguo este están las más cucas, eso si no te las encuentras, tienes que ir con mapa y cita, tipo galería de arte, sin gente dentro, en naves www.darklandsberlin.com/,
en el sitio más rebuscado tipo BLESS o COSMIC WONDER, tipo Tokio.
Te encantarían...y
la gente viste superlujoconservador que da miedo o trendy tipo BCN
¿Ah sí? Hace tanto que estuve... No me llevé esa impresión.
DeleteLos alemanes jóvenes van muy pordioseros.
este es el concierto que era el día que yo llegaba?
ReplyDeletefíjate que nunca los he escuchado. Pero por lo que cuentas, tampoco me iban a entusiasmar...
Mañana trabajo. Buaaaah, buaaaaah! esto de cambiar los días de vacaciones por los fines de semana es una estafa...
Sí, el mismo concierto, (llevo cierto retraso con el blog).
DeletePues no sé, igual te gustaba. A quien le gustan los grupos chinos, le gusta PK14, por lo general.
Ya tía, esos trueques laborales... Yo trabajé el viernes, así que mañana fiesta.