Dos días después. Salgo del supermercado, empieza a llover. Veo una luz de taxi libre aparcado, debe ser un espejismo porque está lloviendo. Echo una carrerita con el carro lleno de bártulos. No lo coge nadie. Allá voy, ¡ya es mío! En ese momento sale alguien del coche, qué raro, cuánto tiempo han estado ahí sentados. Del supermercado a mi casa hay 14 yuanes de taxi. Si todos los semáforos están rojos vale 15 yuanes. Nunca, en 3 años, me ha costado más de 15 yuanes. Llego a casa. Dice que no funciona su taxímetro, quiere 25 yuanes. Dice que llueve. Se puede ir al mismísimo Infierno. Le digo que vale 15 yuanes. No, quiere 25. Busco en el bolso 15 yuanes. No tengo cambio, tengo 20. Quiere 20 yuanes. Le digo que no, que me de 5. Dice que no me deja salir del taxi. Aquí ya, estamos a gritos, no me sale todo lo que le quiero decir en chino, y ya estoy hablándole en español, que ya puestos, es un idioma mucho más rico en cuanto a insultos se refiere que el inglés. Me bajo del coche, encima no llevo cosas ni nada, hasta una fregona. Saco mis bártulos, le digo que o me da 5 yuanes de cambio o no le pago. Me amenaza diciendo que sabe dónde vivo. Le doy una patada al coche, hace amago de pegarme. Llueve a mares. Dios mío, me estoy peleando por algo más de medio euro, arriesgando que me partan mi cara de porcelana. Le tiro los 20 yuanes al suelo. Dice: “Fuck!”. Me late mucho el corazón cuando cojo el ascensor.
Odio a los timadores de poca monta. A ver, ¿qué clase de
atraco es un atraco de 5 yuanes? Porque un timo, es cuando no te das cuenta, usando
la picaresca para estafarte, pero un atraco, no sé, me debería haber quitado
algo más para llamarlo atraco ¿o no?
Luego, me he dado cuenta que a los que se han bajado del
taxi en el supermercado ha debido hacerles lo mismo, por eso no bajaban nunca
del taxi. Bonita manera de ganarse cuatro yuanes más en una tarde discutiendo
con todos los clientes. ¡Muérete taxista mierdoso! Fuck you!
ala, ala, ala! yprh furiosa!! claro, si no nos dice el cambio, podemos pensar que le están dando el astillazo del demonio, pero si es menos de medio euro... y es que es eso, semejante broncón cada vez que se suba un cliente... ¿merecerá la pena?
ReplyDeleteaquí con los taxistas poco a poco ocurre lo mismo. cada vez hay más pakistaníes a los que les tienes que ir diciendo por dónde y cómo. me cuentan que incluso hubo uno que se olvidó de poner el taximetro y le dio por llorar.
el libro de mendoza que dice, la isla inaudita, yo no me lo he leído.
la una y media, a comer.
La próxima vez que pase esto, te apuntas el número de matrícula y el teléfono de quejas (suele venir en una pegatina detrás del asiento del conductor, o donde pone el número de licencia del taxi, delante del asiento del copiloto). Luego llamo yo y parece ser que tiene efecto. En Beijing por lo visto está pasando cada vez más que por la noche en los barrios de salir te piden el triple de lo que costaría llevarte a casa, y si no aceptas pues ea, te vas a pata.
ReplyDeleteLo pensé luego, pero tía, ponte a buscar un boli, un papel, espera que apunto, saco las bolsas del taxi... pero chica, si casi nos pegamos. Mu mal.
DeleteEs lo peor, aquí no suele pasar pero tengo experiencias chungas chungas en Tailandia y China... yo de ti haría lo que dice smartita o simplemente irte sin pagar... pero a lo mejor te saca un bate de béisbol como me pasó a mí...
ReplyDeleteCierto. Un taxista chungo tailandés es para pasar miedo, un chino a su lado, sólo es un aficionado.
DeleteY sin pagar, es cuando te pegan seguro. No está la cosa para bromas.
Deletelos taxistas son iguales en todo el mundo, menos cuando te lias con uno y vas por el morro
ReplyDelete