Sunday, March 11, 2012

Otro fin de semana ha pasado

Tenían que tenerme prohibida la entrada al mercado de gafas. Deberían tenerme fichada, como a los ludópatas en los casinos, hacerme enseñar el pasaporte, y cuando el piloto rojo se encendiera, entonces, mandarme a casa. Yo sólo iba a ponerle cristales a dos de las gafas que compré el fin de semana pasado. Y como Marta estaba en Shanghái y lleva gafas, creí que era un lugar de su interés. Y entonces, sin saber cómo, acabé con cuatro gafas más. Marta, creo que tenías razón: las rojas son un poco cantosas.
He encontrado estos libros y me parecen una maravilla. Son de Tomoko Nakamichi, una profesora del Bunka Fashion college, y están basados en sus experimentos de geometría aplicada al patronaje para conseguir volúmenes escultóricos con el tejido.
Ayer conocimos “toda la verdad” sobre el inglés que lleva tatuado su propio nombre y vive con un conejo y un perro (ver post “Sábado II”). Esto se remonta a la pasada Navidad. E conoce al inglés en una página de contactos de internet. Tiene la corazonada de que este chico sí que promete. El inglés le pide que se desplace hasta Wuhan (la ciudad infierno) porque no quiere pasar solo el fin de año. E coge un avión y se planta en Wuhan. El tipo no va a esperarlo al aeropuerto ni nada de eso. Pasan una noche juntos, y el inglés le dice: “Es mejor que te vayas a un hotel”. E acaba pasando el fin de año solo en la ciudad infierno hasta que su vuelo sale para Shanghái. Bueno, aquí se hubiera acabado la cosa, si E, en vez de ser E, fuera otra persona.
Llega fin de año nuevo chino, y el inglés, después de no dar señales de vida, le dice que está en Vietnam, que si va a pasar el fin de año con él allí. E ve una luz de esperanza, pero dada su previa experiencia, le dice que no va. Vietnam está aún más lejos que Wuhan, y no quiere pasar otro fin de año solo en un hotel anodino.
Entonces, sin dar señales de vida, hace un par de semanas, el inglés le dice a E que ve muy factible un futuro juntos y bla, bli, bla. Y a E se le ilumina el rostro. El inglés quiere venir a Shanghái pero no tiene dinero. E, casi, casi le paga el vuelo, pero sensatez llama a su puerta, y le dice que no, pero que le pagará los gastos en Shanghái ese fin de semana (el anterior). El inglés se presenta en Shanghái, pero se ha comprado un vuelo barato que llega a medianoche, y a esa hora sólo se puede coger un taxi. E va temprano en metro, espera en el aeropuerto, lo recoge, paga su taxi  y se queda en su casa. Al día siguiente, E -que es gentil-, le pregunta qué quiere cenar, a lo que inglés responde: pollo agridulce. Pero el pollo agridulce es una especialidad de Wuhan, muy raro de encontrar en Shanghái. El inglés insiste en que quiere pollo agridulce. E no entiende por qué quiere cenar lo mismo que come día sí, día no, en Wuhan. Pero como E es muy gentil, telefonea a los restaurantes de media ciudad en busca del pollo agridulce. No, no hay. Sin embargo, hay cerdo agridulce. El inglés no quiere cenar cerdo agridulce, sino, pollo agridulce. E sigue telefoneando, y finalmente, encuentra un sitio en el que en vez de echar trozos de cerdo, van a echar trozos de pollo sólo para él. Lo vuelve loco en dos días, ahora quiero esto, ahora quiero lo otro, no quiero esto. Entonces, es cuando aparecemos en escena el Sr.X y yo, en Da marco, porque el inglés quería lasaña para cenar. E, enseguida me dice: “Él tiene un conejo, tú tienes un conejo”. Y al Sr.X le dice: “Él es inglés, tú eres inglés”. Se nota que quiere integrarlo en la conversación, pero es un tipo de pocas palabras.
Cuando el inglés vuelve a Wuhan, después de un fin de semana de gorra en Shanghái por gentileza de E, cumpliendo todos sus deseos, todo lo que le dice es: “No hiciste ningún esfuerzo por integrarme en la conversación con tus amigos, me sentí muy incómodo. Por cierto, no voy a pedir traslado a Shanghái, tú y yo no tenemos nada que hacer”.
Ay, cómo nos reímos cuando nos lo contó, pobre E. Si llegamos a saber toda la historia, lo hubiéramos apaleaó en vez de integrarlo en la conversación.

8 comments:

  1. pero bueno, pero bueno. vaya perla el inglés. que si me dices... este muchacho es... de otro sitio (no voy a decir nacionalidades) y cuela. pero jamás pensé en un inglés con semejante morro. y E... ¿porqué? ¿porqué se arrastra uno así, de esa manera...? y lo de integrarlo, más parecía querer empaquetarlo. y lo de vente a vietnam como el que dice vente a mataró... madremía.
    lo de la ayudanta que quiere hacer de arquitecto tras hacer un desto... es de mil puntos. qué fiera. si es que al final... en shanghai hay gente como aquí.
    me alegro de lo de venus.
    ya quisiera rottenmeyer tener esas gafas...

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    1. No sé qué nacionalidad se hubiera imaginado. Pero los ingleses no son buena gente ni nada de eso, así por definición. Fíjese que Stereototal que son unos sabios dicen en una canción que el Demonio es inglés. Y, ¿quién introdujo el opio en China?

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    2. uy uy, lejos de mi la idea de santificar a los ingleses, ni mucho menos. pero digamos que esa actitud de 'morro' la veo más... latina que anglosajona. que el demonio es inglés lo sabe hasta el tato.
      ea, no se diga más, ya me pongo a trabajar. ya.
      ya estoy yendo.
      ya voy.
      por españa.

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  2. Pero qué cara más dura tienen algunos. Espero que por lo menos E. haya aprendido a no ser tan buenazo.
    Pero bueno, yo me callo. Es que me imagino en la situación, y a ver cómo le digo "Pero pedazo de caradura, vete a tu puta casa a comer pollo agridulce". Es que yo tampoco me atrevería. Claro que, después de lo del fin de año, yo ya no le hubiera invitado a mi casa.

    Pero bueno, que desvarío. Las gafas rojas son de superheroína y en verdad molan, pero yo diría que para clase no, que los niños de hoy en día no son muy abiertos de miras, jaja.

    Me encantó el mercado de las gafas, tendré que ir a hacerme unas de sol pronto...

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  3. Esta historia que explicas es un caso claro y con agravante de reina de la patata, en oposición a reina del arroz. Contra esto no hay remedio, es una condición clínica. He dicho.

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  4. No lo veo claro ponérmelas para el cole, ya me miran muy raro los críos.
    Si vuelves al mercado no me llames... :D

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  5. ah, la foto... poniendo narciso o narcisismo o algo así en google imágenes y ala.

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  6. qué titular más exagerado no? yo ya me estaba asomando a la ventana a ver si veía los tanques...

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