El hallazgo

Después de dar muchas vueltas encontré esta casa en Navarra. Parecía demasiado buena para ser verdad... Más aún después de todas las ruinas que había visto.

Se llevaron algunos muebles. Y en las fotos parece mejor, más luminoso (Llamaron a un fotógrafo profesional). Y tiene cuantiosas reformas que hacer. Pero aún así, estoy como chico con zapatos nuevos.

Señoras y señores, niños y niñas, ¡ya tengo casa en la que hacer mi residencia de artistas!

Motor XVII: La búsqueda XIII

Un pueblo del Pirineo en el que hay casas en ruinas, otras vacías, dos gatos y tres habitantes en invierno; suena bien. 

Veo casa ruinosa semi abandonada -la de la imagen no, claro- con un cartel de una inmobiliaria que dice: "Se vende". Llamo y me pide un dinero equivalente al de dos pisos en Barcelona. Pues sí que está caro el Pirineo. Veo a un señor barriendo la calle y le pregunto si sabe de alguna casa disponible. Me dice: "Has dado con la persona indicada: yo soy el alcalde". Me enseña su huerto y me informa de que en el pueblo viven: él, su mujer y una persona más. Habla a toda velocidad, casi se ahoga, parece que quisiera meter el doble o el triple de palabras de las que caben en un minuto. Parece tener una imperiosa necesidad de expresarse. Ya me puedo andar con ojo no acabe así yo también un día. 

Me va a enseñar el pueblo, entra en su casa a decírselo a su mujer para que no se preocupe. En realidad, le dice: "Oye, salgo un momento, que ha venido una con muchas perras a comprarse el pueblo. ¡A ver si le vendo las tierras!". Se supone que no lo iba a oír, pero tengo el oído bastante fino y la gente mayor habla tan alto como la gente joven que lleva los auriculares puestos.

Qué paz y qué buenas vistas.

Me dice el alcalde: "Es tan bonito eso que me estás contando que quieres hacer en el pueblo que me dan ganas de echarme a llorar".

Motor XVI: La búsqueda XII

Aínsa es un pueblo tan bonito como turístico.

No pude ver todas las casas que había planeado. Algunas resultó imposible que me las enseñaran porque sus dueños vivían en Mallorca o en Madrid, y parecía que habían desistido ya de venderlas. Hasta los de las inmobiliarias estaban hasta el moño de hacer viajes para enseñar casas en pueblos perdidos. Siempre empezaban la conversación diciendo: "Eso no es lo que tú buscas". Sin haberme preguntado lo que yo busco, ni saber nada de mí. Si te enfadas, entonces, te la enseñan.

Motor XV: La búsqueda XI

A esta casa se llegaba por una pista que, como poco, era inquietante para una conductora novata.
En el noreste de Huesca hablan catalán, de platicar con los vecinos de Lérida, digo yo.

La imagen de arriba era todo lo que se veía desde esta casa en la que tenía puestas tantas esperanzas. Las vistas eran simplemente fa-bu-lo-sas. Estaba bastante alejado de todo.

Pero la casa era una gran -720 m2- mierda pinchada en un palo. Sin ir más lejos, la fachada que daba a la vista increíble, en cuatro plantas, no tenía mas que un triste ventanuco. Todo apuntaba a que había sido la casa de unos granjeros que no tenían ningún interés en las vistas, y sí, en mantener el calor.

La mayor superficie del edificio eran cuadras. Y en general, era todo una chapuza. La altura de cada piso variaba. Pero a veces, era poco más alto que yo. Y alguien de más de metro ochenta, definitivamente, no iba a poder estar con la cabeza erguida.

Los propietarios eran una pareja mayor que la había heredado. Él decía que era autóctono del Pirineo, y recordaba siendo niño grandes cantidades de nieve por todas partes y un frío helador. Pero hacía mucho de eso. Yo flipé del calor que hacía. Hice medio viaje con las ventanillas del coche bajadas.

Además, pedían muchísimo dinero por esta casa en medio de la nada, y que más que casa, era cuadra. A ver, no es mismo un pajar que una casa con su aislamiento, sus ventanas que cierran, su instalación eléctrica y de agua, etc. Y el dueño soñaba con que un día llegaran hasta allí "los ricos que esquían" y entonces, poder vender su casa por el precio de un pisazo en Paseo de Gracia.

Motor XIV: La búsqueda X

Encantadora A-138

El Pirineo era la tierra soñada. Pero cuando llegué allí, me di cuenta de que el Pirineo no son unas montañas importantes, como el Himalaya. El Pirineo español es básicamente un parque grande y bonito rodeado de: uno y mil paradores de carretera, pistas de esquí sin nieve, restaurantes, hoteles, hotelitos y hoteluchos.

Mi buga. Cómo se ha portao. Ni una queja a tanto maltrato.

Motor XIII: La búsqueda IX

Ésta era pequeña.

De allí a otro pueblo.

Y ésta otra era apestosa total.

Parecía que los fluidos de Alien se habían filtrado de un piso a otro.