Después de siete años en China había acumulado
la tira de cosas. En el fondo de los armarios encontré cosas que no me acordaba existían. Unos seis meses antes, empecé a embalar meticulosamente. Más que
a embalar lo que se dice embalar -eso fue al final- lo que hice fue tirar, regalar y vender
mogollón de cosas y decidir qué era lo realmente importante. En España es muy
difícil vender objetos usados - y nuevos -, pero en China todo se vende. Todo
tipo de seres curiosos pasaron por casa para comprar una película, una planta
o un kit de un poco de todo. Una señora finlandesa rica en la senectud -que
había vivido en todos los países, e intentó venderme un mueble valiosísimo del
s.XIX- me quería comprar una maceta que no podíamos ni arrastrar entre las dos
de lo que pesaba. A la que casi le da un desmayo por el camino del calor y el
esfuerzo; que se sentó en una silla mientras tomaba el té y pensaba nunca se
iba a ir de mi casa, mientras repetía: "Ja,
ja, ja, si me vieran mis amigas haciendo esto... Cuando se lo cuente se van a
quedar de piedra con mi valentía". (Ni que fuera yo una asesina en serie, pensé). Con las plantas tan bonitas que hay en los mercados
chinos, ¿por qué coger un taxi de lado a lado de Shanghái para comprar una
maceta? Un científico extranjero a servicio del gobierno chino se sentó a mi
mesa y pasó tres horas de reloj apilando mis películas en varias montañas, y
luego, volviéndolas a clasificar una y otra vez: por países, por géneros, por directores... Se llevó doscientas. Y un
comic para regalar a un amigo. Un tipo quería unos zapatos que yo anunciaba a
precio similar a un café en China. Pero quería
que se los entregara a domicilio, como si fuera el mismo Taobao. Al negarme, la cosa acabó malamente. ¡Odio que me hagan teclear el Corán en el teléfono para nada! ["Hi! I
want to bay. My number 00000000000 Andreo"... "HI ANDREO. WHAT WOULD
YOU LIKE TO BUY? IM DOING A MOVING SALE. TKS 4 CONTACT ME"..."Who are
you?"..."YOU TEXTED ME IN SMARTSHANGHAI. IM YPRH. JUST SELLING MY
STUFF"..."Are you n.40 woman shoes?"..." YES, THEY ALSO
CALL ME YOLANDA. HA HA"..." Woman shoes N.40 you know?"..."THIS
IS XIAN XIA XI RD. CROSSING XIE HE RD. IM SELLING 16 PAIRS"..."W
Westwood"..."YOU CAN COME & VE A LOOK WHEN U WANT. I LL B AT HOME
AFTER 5 PM"..."30 in Changning district"..." I love"..."OK.
METRO SONGHONG RD. CALL ME FOR DIRECTIONS IF YOU NEED"..."ok Changning
lu near Kaixuan lu"... "?"..."I live"... "I need
one!"... "Tomorrow ok?"..." Ok Not good If you come to my
house I buy the pair that was in smartshanghai, if not, bye bye"... "YES,
IM UR FUCKING BITCH TAOBAO FOR 30 RMB"..." Ok"..."Fucking
bitch"..." You are a woman?"...] Un vendedor francés
de Don Perignon aficionado a la pintura
en sus ratos libres se llevó tres cajas llenas de cosas: carboncillos, un bote
de aguarrás, varias plantas, películas, libros, revistas, vasos... y de paso me
ofreció sus servicios sexuales: pourquoi
pas? También le vendí todos los libros de moda a un inglés cuya hija era
estudiante de la materia.
Lo que más jaqueca me dio fue embalar las cerámicas.
Estuve investigando la manera más barata y
segura de enviar las cosas. Sé de una amiga francesa que hizo su pequeña
mudanza mediante Correos y quedó muy
satisfecha. Parecía la manera más barata y sencilla. Así que, dos meses antes
de marcharme envié dos cajas con la ropa de invierno para ver cómo iba la cosa.
Y más adelante volví a enviar una más
con pinceles y otras cosas.
Correos chino no es muy cómodo. Hay que
comprar una caja allí y rellenarla delante del inspector. No se puede enviar
nada frágil (cristal, cerámica...), ni nada que contenga aceite de oliva a
España (ni que sea una pastilla de jabón), ni nada pirata (películas, rolex
falsos...). Me preguntan si lo quiero enviar por barco o por avión. Pues por
barco, porque me aseguran que es muchísimo más barato, aunque tarda 2 meses.
Me voy más ancha que larga a casa. Pensando
que dos cajas ya están de camino. Al cabo de dos semanas mando una caja más, confiada.
Pasa mes y medio. Y de pronto, en mi casa en España, dicen que ha llegado un
albarán de la tercera caja. Y pienso, ¿dónde están las dos primeras?
A partir de ahí, empieza la pesadilla por
conseguir mis cosas. Correos de España tiene un servicio que olé, con olé, con
olé. Por el que, si envías algo desde
fuera de Europa, es muy probable que sea devuelto a destino.
Existe un mail, algo así como un mail de la
esperanza en el que contactar con ellos. Cada vez contesta un empleado
distinto y a todos les importa un bledo que pase con tus cosas. Dan por
supuesto: que tú sabes cómo conseguir tus cajas, y si no, te quedas sin ellas,
porque ellos no te lo van a decir, demasiado esfuerzo. Entérate. Aprende de la
experiencia. Ellos van allí a matar x horas por x dinero. No pretendas que
resuelvan nada. Bienvenido a España y olé.
Para empezar, Correos de China, no envió mis
cosas por barco -tal y como firmé- sino por avión. Porque, actualmente, según
la relación volumen-peso de una caja, sale igual de precio mandarla por avión
que por barco. Y encima por avión llega
en 4 días a Madrid. Para continuar, si en el albarán no pones una dirección de
email: Correos de España no se comunica contigo. Da igual que haya un teléfono,
antes devuelven la caja a origen que hacer una llamada telefónica. Y en los
albaranes chinos, no hay ningún lugar en el que escribir un mail.
Digamos que el proceso es el siguiente: La
caja tiene que tener escrita una dirección de email. Porque, por email te
enviarán el presupuesto de trámite de aduanas. Si no hay mail, no hay
presupuesto y la caja vuelve a origen. Que no lo sabías, ¡pues aprende! Correos
de España es así. Ni un albarán ni nada. Yo mientras en China, pensando que en un par
de semanas mis cajas llegarán a España. Mis cajas en España desde hacía seis
semanas. Mientras, intercambio una decena de emails con los empleados de correos,
que me dicen que mire la página de Correos para ver cómo va el envío. La página
dice que las cajas llegaron hace mucho a España. Nada más. Los empleados de
Correos me piden paciencia. Un mal día, la página dice algo más: Las cajas han
sido devueltas a China. Casi me da un síncope. Intento detenerlas, y me dicen
que ya se han ido.
Dada la mala experiencia con Correos mando el
resto de las cosas con una agencia. Las envían como cargo freigth en avión. Actualmente, si tienes un volumen enorme de
cajas o si éstas pesan muchísimo, se envían en un contenedor por barco. Sin
embargo, si la relación volumen/peso les cuadra sale igual de precio por avión. En cuatro días están en España, DHL me llama para informarme de la
documentación que tengo que mandar por mail y en un plis plas lo tengo todo en
casa. Cuando las cosas van por avión, pasan inspección en Hong Kong. Por avión
no se puede enviar nada de líquidos, ni cremas, ni champús, ni cosas pastosas,
ni pinturas... Nada de líquidos en una palabra. Ni nada de polvo, textura
arenosa...Ni falsificaciones, claro. Me dejé un bote de tinta china pequeño. Lo detectaron en Hong Kong,
rajaron la caja y lo sacaron. Las cajas llegaron así. Por lo visto siempre
llegan así. Les dan unos meneos... Dios mío... Ahí están las cerámicas. Pensé
que estaban muy bien amortiguadas, pero al ver las cajas así, igual había que
haberlas embalado en cajones de madera... con lo que pesan. Si les soy sincera,
aún no las he abierto. Porque el día que las abra y encuentre una, sólo una, de las
cerámicas superfavoritas rotas voy a llorar tres días y tres noches seguidas.
Mientras tanto, yo en España, y mis dos cajas
llegan a China. Nadie sabe dónde están en China. La página de Correos
simplemente dice que ya están en China. Pasan los días, no encuentran las
cajas. Finalmente las encuentran. Le pregunto a la tía de la agencia si las
puede recoger y volver a enviarlas. Dice que sí. Pero parece que es que no.
Pasan tres semanas. Y me da largas. Diossssss... van a tirar mis cosas a la
basura si nadie las reclama. La situación es que enviar sólo dos cajas no
parece un gran negocio para la agencia. Y en China, el motor es el dinero. La
mando a paseo. Una amiga china va a
recogerlas a Correos. Y Marta -La Salvadora- hace que vuelvan a España. Le doy
la dirección de otra agencia. Estoy tan tranquila en España, cuando decido
hacer el seguimiento. Le pido a Marta el número de referencia: ¡¡¡¡Nooooo!!!!
¡¡Es un código de Correos de España!! El tío de la agencia ha recogido las
cajas, las ha metido en una caja nueva y las ha enviado de nuevo por Correos.
Menuda cara más dura. Para eso no necesito una agencia. Me tiembla hasta el
alma cuando lo descubro. Entro en la página de Correos, ¡tachán! ¡Llevan ya
diez días retenidas en la aduana de Madrid! Esta vez, recibo un albarán urgente,
diciéndome que tengo dos días para hacer todo esto...
Encima con sorna: "5 sencillos pasos". Menudo curro me pegué para conseguir mis cosas. Me costó más que con DHL y encima tuve que hacer yo toda la gestión. Cuatro días de Shanghái a Madrid y un mes de Madrid a Logroño. Lo podían haber titulado: "En Correos trabajas tú".
Correos de España,
¡una y no más!