Aquí un dibujo de la casa que quiero. Ocho cubos, ocho habitaciones conectadas por un minipasillo.
Sugestión de presentación...
...a ver aquí.
No me digan que ese techo plano no es para alta montaña... Es sólo sugestión de presentación. Aunque tengo deseos de naturaleza, tampoco me instalaría en el mismo pico du Midi d'Ossau por muy bonito que fuera. ¿Ven como no soy una irracional?
Ya puse una foto antes, pero, ¿no es divino el "Mirror cube" de los arquitectos suecos Tham & Videgard?
El interior es lo único que no acaba de ser chulo, pero vemos cómo se sustenta el cubo.
Pero esto es no es nada nuevo. El Barón Rampante ya vivía en los árboles, y antes que él, los Korowai.
Los Korowai -Nueva Guinea- viven hasta una altitud de 40 metros, que si para que no se les inunde la casa con la lluvia, que si para que los animales no les limpien la despensa... Pero la última razón, es que practican el canibalismo como forma de justicia criminal. Casi nada.
Por cierto, hay que estar en formar para trepar por esa escalera... Llegas abajo, y te das cuenta de que te has olvidado algo en casa... otra vez para arriba, ja, ja.
La "Free spirit sphere" (qué nombre tan hippy, ¿no?) de Tom Chudleigh es bonita por fuera pero muy fea por dentro, y las escaleras también dejan mucho que desear.
El "Bird's nest" también es un hotel sueco.
Un tanto de lo mismo el "Blue cone".
La empresa alemana Baumraum está especializada en fabricar casas en los árboles:
Quiero irme a vivir a la montaña. No oír ruido de aviones, ni de coches, ni de vecinos. Cuando duerma no escuchar otro sonido que el del viento, el de los animales. Abrir la ventana y respirar el oxígeno más limpio que haya en la Tierra. Mirar por la ventana y entrar en éxtasis contemplativo. ¡A la porra la ciudad!
Y todo esto tiene que pasar en un espacio arquitectónico contemporáneo bonito... Nada de fealdad por aquí ni por allá que turbie mi éxtasis estético. ¿Me siguen?
Ya les he puesto al día de mis deseos más recientes.
Una película de Martin Provost -2008-, sobre la figura de la artista moderna
Séraphine Louis o Séraphine de Senlis, y de cómo Wilhelm Uhde la descubre.
Wilhelm fue un marchante, coleccionista y crítico de arte. Una figura clave del
arte moderno. Se le atribuye el descubrimiento y/o apoyo a Picasso, George Braque, André
Derain, Delaunay, Henri Rousseau y Séraphine Louis entre otros. Hizo la primera
exposición de arte naif en París… a la que nadie asistió.
Es bastante insólito el hecho de que Séraphine era sirvienta,
y en 1914 le limpia la casa a Wilhelm Uhde, y así se conocen. Séraphine aparece
en la película casi, casi, como un animalico sin mucha educación, descalza, una
bestia del trabajo doméstico que le permite sobrevivir, con una extraña
sensibilidad y conexión con la naturaleza. Por las noches, en su cuarto de mala
muerte pinta a la luz de una vela. No tiene dinero para telas ni para pintura, pero se las apaña
mezclando sangre de pollo, tierra, cera y cosas que consigue por ahí para hacer
unas inusuales pinturas florales de mucho colorido sobre tablas. Con el apoyo
del crítico consigue vender obra y pasar a la historia como pintora
primitivista o naif. La guerra de por medio, una cosa y otra, y acaba loca.
Es una peli retrato de artista bastante decente y digna.
Para las pinturas, hicieron fotografías, sobre las que pintaba encima la
actriz, y queda todo bastante veraz.
Abajo la auténtica Séraphine Louis (1864-1942):
Y lo que pintaba esta señora:
Aquí está la película entera subtitulada en español.